En teoría, el 14 de febrero ocurrirán tres cosas: los moteles estarán llenos para festejar el Día de San Valentín (guácala qué rico); es miércoles de ceniza, por lo que hay que ir todos a la tiznada y tercero: saldría la lista oficial de los candidatos por Morena.
El propio enviado del CEN morenista, José Ramón Enríquez, ya había adelantado que para el miércoles 14 anunciarían a sus abanderados.
Mientras tanto, el periodista Rodolfo Ruiz publicó al mediodía de ayer, una lista de la cual solo un dato llama la atención: Claudia Rivera Vivanco sería la candidata a diputada por Tepeaca. Especie que ya había informado, anteriormente, el quintacolumnista Mario Alberto Mejía en su periódico Hipócrita Lector.
Ante la lista de Ruiz, que fue más retuiteada que el triunfo de Wendy Guevara en La Casa de los famosos, la aludida exalcaldesa de la Angelópolis salió corriendo a desmentir la versión en Twitter:
“Los leo muy nerviosos a todos. No se vayan con la finta. Yo sigo concentrada con arduo trabajo en la capital poblana. Tampoco se preocupen, no tienen que estarme buscando a donde subirme o de donde bajarme. ¡Yo decido donde participar y como lo he venido expresando, todo mi esfuerzo está concentrado en la ciudad!”.
Desde principios de este año, el favorito era Pepe Chedraui.
Columnistas y políticos daban como el finalista al exlíder del PRI municipal.
En Morena, en cambio, los llamados duros armaron toda una revuelta para echar abajo su nominación y presionaron.
¡Vaya que presionaron!
Tan fue así que el milagro de la unanimidad que se daría desde el 6 de enero se cayó por la borda después de una marcha en protesta por el arribo de los priistas al partido guinda.
La marcha, hay que decirlo, al final pareciera que no sirvió de mucho, porque los priistas, si no llegaron al partido de la 4T, sí lo hicieron con sus satélites, en especial el acomodaticio Partido Verde (ha apoyado al PAN, al PRI y ahora quesque es de izquierda y antineoliberal, sí como no).
La marcha solo sirvió para que algunos de los que se manifestaran les ofertaran un cargo de elección popular, como es el caso de Alejandro Carbajal quien ya tiene casi segura su candidatura. Fue el primero en armar el escándalo y el primero en entender que no sería él el abanderado. Parece que también le darán algunas regidurías para sus más cercanos colaboradores.
El que no chilla, no mama, diría el cantautor Sánchez Discépolo.
La única que se quedó firme en lo que planteó desde un principio fue Rivera Vivanco.
Aproximadamente, hace tres semanas, convocó a un numeroso grupo de directores de medios de comunicación a un desayuno, ahí relató las razones por las que se confrontó con Miguel Barbosa; ahí, ella dio a entender que si otra mujer iba como candidata por la capital poblana se sumaría. También dijo que respetaría los resultados de la encuesta.
Y en la víspera de que se definan las candidaturas, ella ya descartó su participación por el distrito de don Sergio Salomón Céspedes, la bella Tepeaca.
Surgen preguntas: ¿Sabe algo que desconocemos?, ¿su actitud es un salto al vacío?, ¿están presionando en el CEN sus más cercanos para que la encuesta la favorezca? ¿Tiene el tema de género como un As bajo la manga?
NOTA BENE
Hasta ayer, en los corrillos políticos se apuntaba a que seguía firme Pepe Chedraui como el candidato al Palacio de Charlie Hall.
Esta lucha por la alcaldía resultó más desgastante que la estatal, en aquella no hubo manifestaciones, ruedas de prensa, entrevistas; ahí fueron golpes bajos, jabs, ganchos al hígado, pero de ahí no pasó.
