En un fin de semana, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) evidenció de cuerpo completo su tamaño y poder político en el estado de Puebla de cara a la elección de 2024, en la que más allá de jugarse la gubernatura del estado se juegan la supervivencia del sol azteca en el estado.
Con un salón a medio llenar, acarreando a personas adultas mayores y menores de edad y sin convocatoria a los medios de comunicación, la dirigencia estatal del PRD le dio la entrega de la constancia como candidato al gobierno de Puebla a Eduardo Rivera Pérez.
En un evento celebrado en el municipio de Coronango, el aspirante a la gubernatura de Puebla fue “arropado” por figuras como Jesús Zambrano Grijalva y Carlos Martínez Amador, presidentes nacional y estatal del Sol Azteca, respectivamente, así como de Ángel Ávila, representante del partido en el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE).
Además de ellos, el panista fue acompañado por la familia Luna Porquillo —Roxana y Vladimir—; Karla Martínez Lechuga, coordinadora de las Juventudes e hija del dirigente estatal Carlos Martínez; así como “líderes” del partido en diferentes municipios de la zona metropolitana y del triángulo rojo.
En su intervención, Eduardo Rivera agradeció el respaldo recibido por parte de los militantes del PRD, quienes lo han acompañado durante todo el proceso, al tiempo que les reconoció como hombres y mujeres que se ocupan y preocupan por los problemas que aquejan a Puebla y al país.
EL “PESO” DEL PRD EN ELECCIONES DE PUEBLA
Aunque en documentos cuentan con una mayor militancia que sus aliados del PAN al tener una base de 27 mil 728 perredistas, de acuerdo con cifras del INE de febrero de 2023, el PRD ha ido a la baja en los últimos seis años en las elecciones de Puebla.
En 2018 fue la primera muestra de ello, pues dentro de la coalición “Por Puebla al Frente”, el PRD solo aportó 80 mil 445 —2.78 por ciento de la votación válida emitida—, que para ellos no eran suficientes para su registro, aunque a la candidata panista Martha Erika Alonso le fueron vitales en su contienda.
En la elección por las diputaciones locales, el perredismo quedó arrasado por la ola obradorista en el estado, que lo dejó en el naufragio con 81 mil 954, apenas 2.87 por ciento de los votos, quedando al borde de perder su registro. Para su suerte, en la elección de ayuntamiento la cosecha de votos fue de 93 mil 224 sufragios, un 3.13 por ciento que lo mantenía con vida.
En la elección extraordinaria para gobernador de 2019, la tendencia a la baja se mantuvo ya que solo sumó 43 mil 837 votos a la causa de Enrique Cárdenas, un 2.86 por ciento de votos, aunque en esta elección no estaría en juego su registro.
Para el proceso electoral 2020-2021, la crisis del sol azteca empeoró, pues en la lucha por diputaciones locales su votación bajó a 62 mil 417 sufragios, un porcentaje de 2.50 por ciento que lo dejaría sin un solo espacio en la LXI Legislatura.
Tuvo que refugiarse en las presidencias municipales para mantener su registro de nueva cuenta, pues aquí sumaría 82 mil 592 votos, que equivalieron al 3.14 por ciento de la votación de esa elección, con lo que evitaron que el sol azteca se apagara por al menos tres años más en Puebla.
