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jueves, noviembre 21, 2024

Los orcos de Morena andan sueltos

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Melitón Lozano Pérez se acaba de subir al barco de los que morenistas que exigen su derecho de pedigrí. Antes lo había hecho Claudia Rivera Vivanco y Alejandro Carvajal Hidalgo 

Junto con este par, algunos despistados se subieron a la ola de protagonismo para ver si en la recta final pueden sacar algo en las negociaciones.  

¿De qué se quejan? Del arribo de militantes de otros partidos políticos a Morena que sean los candidatos en la elección del 2 de junio, aunque su argumento es endeble. Por ejemplo, piden privilegiar a los miembros fundadores del partido oficial, dar prioridad a los llamados “puros de Morena” —como si de raza aria se tratara—.  

El problema reside en que los quejosos están lejos de ofrecer la competitividad que el partido guinda necesita para cumplir la meta más importante para el presidente Andrés Manuel López Obrador: Ganar la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.  

Repasemos: Claudia Rivera jugó para ser la candidata a la gubernatura de Puebla, pero quedó en el nada honroso cuarto lugar de las encuestas aplicadas por dos empresas y la Comisión Nacional de Elecciones. No está demás recordar que también fue la aspirante con la mayor cantidad de negativos de todos.  

Al no cumplir su objetivo, la exalcaldesa se mantuvo aferrada hasta el final. El objetivo era aprovechar el momento para negociar otro cargo de elección. Primero creyó que sería al Senado por la segunda mayoría, pero no hubo ningún avance.  

Entonces, se inscribió al proceso de selección del candidato a la alcaldía de Puebla. Para justificar su interés sugirió que había pactado con la dirigencia nacional de Morena, ya que era la mujer morenista mejor evaluada en Puebla. (Risas grabadas).  

Pronto se supo que todo era falso y que su aspiración simplemente era un despropósito, ya que cualquier encuesta la ubica como la más conocida, pero con los peores negativos que sencillamente la convierte en una amenaza para el propio partido.  

Alejandro Carvajal, por su parte, siempre jugó a construir su propia estructura, pero nunca cuajó y ahora que son los tiempos de las definiciones sencillamente no puede demostrar competitividad. Es por eso que se pegó como lapa al discurso de privilegiar a los “morenistas puros” y protestar contra el arribo de militantes de otros partidos. 

De lo contrario, la narrativa del diputado federal debió haber sido su posición en las encuestas, el resultado de los sondeos. ¿Quién en su sano juicio cambia su competitividad por un discurso de derecho de sangre política?  

Ahora nos enteramos que Melitón Lozano Pérez también se subió al barco de los “puros de Morena”. No era de extrañarse. Desde el pasado 22 de octubre, pactó con Claudia Rivera un frente de exalcaldes —que tampoco cuajó— para difundir el mensaje de que debe darse prioridad en la 4T y en sus procesos de elección a “la promoción de una ideología política y social de izquierda, evitando pactar con actores que representan intereses cupulares, neoliberales, fascistas y capitalistas que dañan” a dicho movimiento.  

La aparición de Lozano Pérez se entiende porque anda muy preocupado por no quedar fuera en la repartición de los espacios que queden libres, debido a que inicialmente pretendía ser el candidato a diputado federal por el distrito de Izúcar de Matamoros y que seguramente será para Jorge Estefan Chidiac, quien está con pie fuera del PRI.  

El defenestrado secretario de Educación Pública estatal sabe que difícilmente podrá obtener la nominación, pero le queda otra opción: Repetir en la presidencia municipal de Izúcar de Matamoros. La presión que debe ejercer requiere ser la suficiente porque ese movimiento supone el desplazamiento del equipo político de la actual alcaldesa Irene Olea Torres, antigua pupila de Melitón y con quien ahora tiene una pelea a muerte.  

Claudia Rivera, Alejandro Carvajal y Melitón Lozano han tomado un camino arriesgado, pero necesario si es que pretende obtener algo de lo que quede.  

La pregunta más importante: ¿Hasta cuánto les alcanza a los tres para generar un boquete en Morena? En el caso de la exalcaldesa, la fortaleza solo es mediática porque sencillamente carece de un grupo o estructura.  

Respecto a Alejandro Carvajal tiene detrás a militantes de la izquierda tradicional que no ganan ninguna elección, pero les gusta gritar mucho. Esa es su fortaleza. 

Y en el caso de Melitón habría que valorar hasta donde llega su ascendencia política, ya que su prestigio no solo quedó manchado, sino que en poco tiempo generó tal cantidad de enemigos que están dispuestos a hacer un frente para impedirle el paso.  

El exfuncionario todavía no termina de recomponerse del fracaso que significó haber sido destituido como titular de la SEP y expulsado vergonzosamente de la sucesión a Casa Aguayo.  

 

PALABRA CON DESTINO

No pierda de vista las siguientes declaraciones realizada por Agustín Guerrero, secretario General del Comité Estatal de Morena. 1) “En Morena, lo mismo que en la megacoalición, hay unidad, hay trabajo conjunto y organizado en favor de Puebla, no se dejen confundir, ni engañar con ‘borregos’, aquí estamos con la convicción de un equipo, no por intereses personales”. 2) “(El proceso de selección de candidatos) “ha sido manejado con mucha responsabilidad y respeto a nuestros compañeros y compañeras que a partir de la convocatoria que emitió la Comisión Nacional de Elecciones, de manera libre y voluntaria decidieron inscribirse para participar”. El mensaje es claro. Tiene destinatarios concretos. A nadie se le permitirá salirse del huacal.   

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