Desde 2008 Puebla y los poblanos hemos esperado que se apruebe la Ley de Voluntad Anticipada, una ley que permitiría que las personas que padecen enfermedades terminales puedan tener una muerte digna, con cuidados que preserven la dignidad humana. Lamentablemente esta ley promovida por la entonces diputada local Irma Ramos del PRD quedó en la congeladora.
En estos tiempos aciagos es más urgente que nunca promover en la legislación mejores condiciones para que las personas puedan cerrar su ciclo de vida evitando el sufrimiento, especialmente en aquellos pacientes que definitivamente ya no tienen condiciones para mejorar su salud.
La Ley de Voluntad Anticipada introduce el concepto de muerte digna, también se refiere a los cuidados de una persona que padece una enfermedad terminal. Cabe señalar que la voluntad anticipada no es lo mismo que la eutanasia ni el suicidio asistido, que son otras formas de acceder a una muerte digna.
Desde el 9 de julio la ley de voluntad anticipada se quedó en el tintero sin que hubiera posibilidad de promover una ley que le otorgue el derecho a las personas de acceder a una muerte digna, a cuidados paliativos eficaces, y principalmente a evitar cualquier tratamiento o intervención médica que prolongue la vida de un ser humano, cuando sus condiciones de salud no cambiarán, esta ley incluye también cuidados y tratamientos para evitar el dolor.
Si bien es cierto que esta ley promovida en 2008 no incluye el concepto de ortotanasia cuyo concepto se determina como el “medio para lograr una calidad de vida digna y voluntariamente elegida para los enfermos en etapa terminal”, ya incluye respetar los derechos del paciente o de familiares cuyos pacientes no tienen la capacidad de acceder de manera libre y voluntaria a estos procedimientos.
En la olvidada ley, se concibe el derecho a una muerte digna para personas mayores de edad, que puedan de manera libre decidir sobre sus procedimientos médicos en casos de etapa terminal a través de notario público, manifestar su derecho a que no se le prolongue la vida si así es su deseo.
En la actualidad 14 estados de la República ya cuentan con una Ley de Voluntad Anticipada; Ciudad de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, San Luis Potosí, Aguascalientes, Coahuila, Aguas Calientes, Nayarit, Estado de México, Colima, Oaxaca, Yucatán y Tlaxcala.
Es increíble que mientras Puebla tiene segundos pisos, escaleras eléctricas y super centros comerciales, no tenga una ley que permita a muchas personas acceder a una muerte digna, mientras que Tlaxcala que no cuenta con enormes zonas habitacionales de lujo, lagos artificiales y departamentos luxuri garantiza el bienestar de su población.
