Una nueva vejación ha vivido Miriam Vázquez, una madre cuya hija fue violentada a los 14 años de edad por su padrastro, pues el peligro para que su agresor quede en libertad está latente ante un abuso más en su caso.
El jueves 14 de diciembre fue detenido Ramón C., su expareja, después de casi un año que incumplió en su medida cautelar de asistir a su firma periódica otorgada por juez Lucio León Mata; sin embargo, le concedió la libertad e incluso reclasifico el delito de violación para rebajarlo a estupro.
A través de una carta a los medios de comunicación, Miriam dio a conocer que con esta determinación las posibilidades de que el agresor salga bajo libertad condicional aumentan al recategorizar el delito por el que está siendo investigado.
Este caso se remonta a cuando Miriam Vázquez se juntó con Ramón N., en ese momento ella ya tenía dos hijas, Andrea y Paola, tiempo después procreó a dos hijas más, Ximena y Giana.
Andrea y Paola veían a Ramón N. como si fuera su padre biológico; sin embargo, años después su relación con quien consideraban como un padre cambió, pues Miriam se separó de su pareja y un día Paola llegó con su mamá y le dijo que Ramón N. le había tocado las piernas, lo que causó en ella una alarma.
PRESENTAN DENUNCIA
Pero lo peor sucedió con Andrea, quien le confesó a una psicóloga DIF de Huauchinango que la bebé que había dado a luz, a los 15 años, era producto de una violación por parte de Ramón N., su padrastro, por lo que Miriam presentó una denuncia en contra de su expareja por violencia vicaria y abuso sexual y para evitar esto Ramón raptó a Ximena, a Andrea y a su bebé.
Por esta situación, Miriam solicitó un asesor jurídico para llevar el caso y el 31 de marzo de 2022 le avisaron que Mario Celotl Gómez sería su asesor. Ese mismo día acudió a su oficina particular en donde el asesor se comportaba de forma extraña ofreciéndole bebidas alcohólicas que la intoxicaron, para unos momentos después darse cuenta de que fue abusada sexualmente por él.
TAMBIÉN SUFRIÓ ABUSO
Los meses pasaron y Miriam no acudió a denunciar hasta que un día tomó el valor para hacerlo y cuando acudió a la Fiscalía General del Estado su queja fue rechazada porque “había pasado mucho tiempo” para que le dieran trámite.
En agosto de ese año, el gobernador Miguel Barbosa condenó lo narrado por Miriam y ofreció todo el apoyo y acompañamiento legal para atender su caso y el de su hija, víctima de violación en 2020, cuando entonces tenía 14 años de edad, pues la madre denunció que ha recibido amenazas de su expareja por haber denunciado.
Tras darse a conocer esta situación, el asesor jurídico que abusó sexualmente de Miriam fue dado de baja, mientras que otros funcionarios de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAVI) de la Fiscalía presentaron sus renuncias tras darse a conocer las vejaciones que sufrió al exigir justicia para su hija que fue violada por su padrastro, a quien un juez de Huauchinango dejó en libertad.
En el Poder Judicial del Estado también logró que la denuncia en contra de su expareja avanzara en un juzgado, pues el presumía que contaba con influencias en la región de Huauchinango para evitar que su caso fuera turnado y se le diera cauce legal a la carpeta de investigación.
Ahora que la denuncia por delito de violación fuera reclasificada como estupro, la sombra de la corrupción en el Poder Judicial de Puebla vuelve a asomar su cabeza, al igual que la posibilidad de qué Ramón salga impone.