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domingo, noviembre 24, 2024

Eduardo Rivera, más interesado en amular a Moreno Valle

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A nadie sorprende la sonrisa de oreja a oreja de Eduardo Rivera tras haber cumplido su estrategia maquiavélica: encarcelar a la oposición y prender veladoras para lograr la vinculación a proceso del edil auxiliar de La Resurrección. Este oscuro sueño yunquista de control absoluto es un acto que Lalito celebra como un triunfo para colocar a sus peones y ejercer un dominio sin restricciones sobre la población. Pero la realidad va más allá porque Rivera —con mitad del cuerpo metido en la candidatura—, parece ignorar que gran parte de estas personas tienen raíces indígenas, una comunidad que no se someterá fácilmente a sus designios simplemente porque coloque a un confidente en el poder. Este intento de consolidar su control podría resultar en una resistencia aún más arraigada, especialmente considerando la conexión cercana entre La Resurrección y San Miguel Canoa, que han liderado protestas conjuntas, incluida la movilización del año pasado para exigir seguridad pública, un tema sumamente desatendido en la ciudad. Este enfoque revela la verdadera naturaleza de Eduardo Rivera, más interesado en emular la táctica de Moreno Valle que en liderar con empatía y atender las necesidades reales de la comunidad que tiene el deber de gobernar. En lugar de ser un líder que escucha y responde a las demandas legítimas de su ciudad, Rivera parece decidido a seguir el camino peligroso de la represión y el control. 

 

 

Fer Morales, el junior de la política poblana 

Ahora que estamos de moda con los juniors en Puebla vale la pena destacar a uno de los juniors más destacados en la política poblana por ser todo lo contrario a su padre: Fernando Morales Martínez. Hijo del exgobernador Melquíades Morales Flores —uno que puede sentarse con tranquilidad en las calles de Puebla—, Fer Morales dejó las filas priistas confrontado con la dirigencia en acusaciones de su afinidad por el morenvallismo, para la elección de 2018 se fue con Movimiento Ciudadano y lejos de generarle un beneficio su impacto ha sido nulo, inexistente, incalculable con pocas presidencias municipales y solamente con tres diputados en dos legislaturas locales —dos en la LX y una, él, en la LXI—. Ahora, entrados en el proceso electoral de este año se mofa del PRI al señalar tienen más embajadores que gobernadores y señalando que son un Titanic que se hundirá pronto, mientras el líder del tricolor, Néstor Camarillo, solo esboza una sonrisa. Pero su soberbia no quedó ahí, pues su ambición por una candidatura respaldada por sus nulos resultados lo llevó a minimizar las aspiraciones de Grace Palomares, diciendo que él sí recorre el territorio mientras otros políticos solo hacen selfie política, por lo que está seguro que él será el candidato a gobernador de MC. No cabe duda que ser junior en Puebla —con todo y los ataques de soberbia que eso implica— se puso en verdad de moda. 

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