Con un desastre en materia de seguridad pública, donde homicidios y robos están a la orden del día, con obras mal implementadas, a medias y con sobrecostos, así como en medio de una grave crisis de ingobernabilidad, es como los regidores de la fracción de Morena en el Cabildo de Puebla calificaron los últimos meses de desempeño de Eduardo Rivera Pérez al frente del Ayuntamiento, a escasos días de que solicite licencia al cargo para contender por la gubernatura.
La carencia de un diálogo efectivo con las colonias y juntas auxiliares, señalaron, se ha convertido en una problemática creciente, alcanzando su punto álgido con la detención de tres presos políticos del Ayuntamiento hace una semana.
Además, un supuesto reordenamiento del comercio informal en el Centro Histórico resultó en la concesión descontrolada de espacios a organizaciones ambulantes en las áreas periféricas de la Angelópolis, cuyos expendedores callejeros controlan las calles a manos llenas ante la omisión de la Comuna.
Esta problemática de ambulantaje y desorden, vista en colonias como Agua Santa, La Margarita, San Bartolo, Coatepec, Bosques de San Sebastián y la Popular, se suma a sobrecostos como la reciente compra de USB y CD-ROM, según declaró el regidor Leobardo Rodríguez.
“Se va con muchos pendientes, Eduardo Rivera se debería quedar a tratar de limpiar su cochinero, no lo va a hacer, se va a ir de candidato y nos va a dejar un perfil que no está calificado para el cargo (Adán Domínguez). El primer acto de corrupción que asume un político es asumir un cargo para el que no está calificado y si Adán Domínguez tiene decencia, que no asuma el cargo de presidente municipal sustituto”, manifestó Leobardo Rodríguez.
Estos yerros señalados por la fracción, son solo la punta del iceberg de dos años de gestión panista, una que, a decir de la oposición, busca ser utilizada como una maquinaria electoral, toda vez que ya surgieron los primeros dos casos de burócratas municipales que fueron amenazados con su despido por mostrar apoyo al coordinador estatal de los comités de Defensa de la Transformación en Puebla, Alejandro Armenta Mier, quien se perfila para competir contra Eduardo Rivera por la gubernatura.
LA RESURRECCIÓN, EJEMPLO DE INGOBERNABILIDAD
“Eduardo Rivera es una calca pirata de Moreno Valle”, las palabras emanadas del regidor Rodríguez Juárez interiorizaron aún más en la problemática, al resaltar que, en medio de sus aspiraciones por la gubernatura, tres pobladores indígenas de La Resurrección se encuentran enfrentando cargos que van desde motín hasta amenazas, en lo que advirtió como un caso de posibles presos políticos bajo la administración de Eduardo Rivera Pérez.
El morenista apuntó que el edil auxiliar Adolfo N., fue detenido en circunstancias que generan dudas sobre la legalidad del procedimiento, pues convocado para un supuesto diálogo, fue subido a una patrulla y se encontró tras las rejas por 11 horas, un episodio que el regidor compara con las tácticas de la administración morenovallista.
Pero las irregularidades no terminan allí. Rodríguez destacó que en este incidente se generó la detención de un manifestante junto a su hija de dos años, cuya familia fue amenazada con entregar a la menor al Sistema Municipal DIF.
Los tres detenidos, hablantes de náhuatl, se vieron privados además de un traductor, una violación a sus derechos en consideración a su condición de pobladores indígenas.
El conflicto, según Rodríguez, tiene un trasfondo de una década. Un acuerdo firmado por el entonces secretario de Gobernación municipal, Pablo Montiel Solana, —uno de los más fieles representantes de El Yunque—, permitía la aprobación de asambleas comunitarias para el pago de contribuciones; Sin embargo, en la actual administración, no ha habido diálogo sobre cómo cumplir con estas obligaciones, lo que dijo que fue uno de los detonantes de la refriega cometida la semana pasada frente a Palacio municipal.
NORMATIVIDAD AGRAVÓ LA SITUACIÓN
La reciente actividad de la dirección de Normatividad agravó la situación. El regidor describió cómo personal escoltado por cuatro patrullas exigía pagos bajo la mesa a locales comerciales. La negativa resultó en clausuras y multas, que, una vez pagadas, llevaban a la reapertura sin los permisos necesarios.
Ante la persistencia de la extorsión, los habitantes marcharon al centro de la ciudad solicitando una mesa de trabajo con el alcalde Eduardo Rivera. La respuesta fue un operativo policial, en línea con las amenazas previas del secretario de Gobernación, Jorge Cruz Lepe, a regidores auxiliares de La Resurrección.
La llegada frente al Palacio Municipal marcó el inicio de un enfrentamiento liderado por Miguel Martín Hernández Martínez, coordinador general de Operatividad Policial, quien, infiltrado en la marcha, lanzó ofensas altisonantes y discriminatorias, exacerbando la tensión de esa tarde: “pinches indios, vengo de civil y yo si les voy a partir la madre”, lanzó el funcionario a los pobladores, según lo declarado por el morenista.