La lógica de una contienda electoral establece que la competitividad es la base prioritaria para alcanzar un triunfo, pero para el Frente Amplio por México la realidad opera de otra forma y la mejor muestra es la distribución de las candidaturas a las 16 diputaciones federales en Puebla: Cuatro serán entregadas al PRD, un partido que no puede garantizar su propio registro; otras siete —el mayor número— irá al PRI, la segunda fuerza de la coalición, pero cuyo rechazo ciudadano oscila entre el 45 y 49 por ciento; mientras que el PAN, el instituto con la mayor intención de voto, solo recibirá cinco de las posiciones.
Lo anterior se desprende del Convenio de Coalición que presentaron las dirigencias nacionales de esos partidos ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para formalizar la alianza Fuerza y Corazón por México (PRI-PAN-PRD).
En este acuerdo presentado ante el Consejo General del órgano electoral se destaca que dentro de los acuerdos nacionales los dirigentes cedieron la postulación para la primera fórmula al Senado de la República al tricolor, lo que les garantizaría un lugar en la Cámara Alta del Congreso de la Unión en caso de quedar en segundo lugar en la contienda del 2 de junio próximo.
Para la segunda fórmula de las candidaturas al Senado la coalición le cedió la posición al PAN, por lo que su entrada a a esta instancia no se encuentra garantizada.
En cuanto a las candidaturas para las diputaciones federales, los dirigentes partidistas le dieron preferencia al PRI, que llevará mano en siete de las demarcaciones federales: 1 de Huauchinango, 2 de Zacatlán, 3 de Teziutlán, 4 de Libres, 6 y 11 de Puebla, y el 14 de Izucar de Matamoros.
En el caso del partido blanquiazul, la dirigencia definirá a los candidatos en los distritos en los distritos 9 y 12 de la capital del estado, en el 10 de Cholula, en el 13 de Atlixco y el 15 de Tehuacán; destacando que el panismo cedió una de las diputaciones federales que logró arrebatarle a Morena en 2021 —el distrito 11— al PRI.
Asimismo, el perredismo se vio beneficiado con cuatro posiciones para postular perfiles en la jornada electoral del 2 de junio: en el 5 de San Martín Texmelucan, el 7 de Tepeaca, el 8 de Chalchicomula de Sesma, y 16 de Ajalpan.
ARRIESGAN LUGARES CON PARTIDOS RECHAZADOS
En la definición de los coordinadores de los comités de Defensa de la Transformación, las encuestas de Morena y de empresas nacionales evidenciaron que en el estado de Puebla su fuerza podría arrasar con la recién bautizada coalición Fuerza y Corazón por México.
En el estudio realizado por la Comisión Nacional de Encuestas se evidenció que el partido por el que nunca votarían los electores del estado para la gubernatura es el PRI con un rechazo del 45.4 por ciento de los encuestados, seguido por el PAN con un 15.2 por ciento, y Morena con un 7 por ciento; el PRD aparece con un nivel de rechazo de 3.2 por ciento.
Sin embargo, cuando la pregunta es para ver por cuál de los partidos políticos votaría para la elección a la gubernatura, el perredismo es el que menor intención de voto muestra con un raquítico 1.4 por ciento, seguido del tricolor 6.7 por ciento, el panismo apenas con un 8.1 por ciento, y Morena con un aplastante 55.7 por ciento de intención de votos.
Este escenario se repite en las mediciones de las empresas contratadas para darle certeza a los resultados.
En el estudio de Mendoza y Blanco el PRI muestra un nivel de rechazo de los votantes del 49.1 por ciento, el mayor en todos los sondeos, seguido por el PAN con el 16.9 por ciento. Morena tiene un bajo nivel de rechazo con apenas el 5 por ciento, y el PRD se muestra con un 3.4.
En cuanto a la intención de voto, el partido obradorista se vuelve a mostrar dominante con una intención del 63.8 por ciento, mientras que en la alianza opositora solo alcanzan un 7.7 por ciento para el PAN, 6.1 por ciento para el PRI, y solo un 0.9 por ciento para el PRD.
La empresa Covarrubias y Asociados también replica esos datos en donde el priismo se mantiene con el mayor rechazo de los partidos políticos en la entidad con un 48.1 por ciento, el panismo se sitúa con un 16.9 por ciento, el perredismo en un 3.5 por ciento, y el partido morenista solo con un 6.5 por ciento.
Mientras que, por el lado de la intención de voto, Morena mantiene su alta popularidad con un 58.2 por ciento, pero la de los partidos de oposición se desploma a un 8.1 por ciento, en el caso del PAN; 4.6 por ciento, en el PRI; y de un inexistente 0.2 por ciento en el PRD.
