La competitividad es, sin duda y posiblemente por primera vez, lo único que vale en la selección de las candidaturas del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Así lo han tenido que aprender dolorosamente aquellos que pensaron que un padrinazgo, una cercanía o una “deuda moral”, les iba a permitir llegar a una postulación.
Por ser la mejor carta y haber ganado por paliza las tres encuestas estatales, dos espejo y la oficial, por 10-0, 10-0 y 7-3, es hoy Alejandro Armenta el coordinador de los Comités de Defensa de la Transformación en Puebla y virtual candidato a la gubernatura.
Esa misma competitividad será la que exijan él y el partido en la selección de abanderados y abanderadas en los 16 distritos electorales federales, los 26 locales y en la confirmación de las 217 planillas a los ayuntamientos del estado.
Solo enviando a los mejores perfiles es como se podrá completar la meta de 2 millones de simpatías, en la que coincidieron, como proyección aritmética para Puebla, la presidenciable Claudia Sheinbaum Pardo y el virtual abanderado morenista Alejandro Armenta.
En el último minuto del viernes pasado, se cerraron los registros para quienes buscan una curul federal y llegar al Palacio Legislativo de San Lázaro a la LVI Legislatura (2024-2027).
Para quienes aspiran a ocuparan un escaño en el Senado de la República, los tiempos corren en una ruta paralela, pues el lugar de primera fórmula se otorgó a los segundos en las mediciones a las gubernaturas y el sitio de segunda fórmula estará en competencia.
No se puede perder de vista que la meta de que Sheinbaum logre 35 millones de simpatías en todo el país y, específicamente, dos millones en Puebla, junto con Armenta, tiene la intención de conseguir la mayoría calificada compuesta en las dos cámaras del Congreso de la Unión.
Solo así se concretará el llamado Plan C de Andrés Manuel López Obrador, que consiste en la aprobación de las reformas constitucionales que le quedan pendientes y que pretende conseguir entre el 1 de septiembre de 2024, cuando comienza la legislatura, y el último día de ese mes, ya que deberá entregar la banda presidencial a la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, el 1 de octubre.
Volvamos a Puebla: en los 16 distritos federales, los 26 locales y las 217 presidencias municipales se requiere a los mejores.
Nada raro sería que lo consigan muchos de los hombres y mujeres, quienes caminaron el estado junto con Alejandro Armenta, buscando el apoyo de los poblanos, que finalmente lo llevó a la virtual candidatura al gobierno del estado.
Pero también hay ciudadanos y ciudadanas, con aspiraciones genuinas e incluso legisladores y legisladoras en ejercicio, que podrían aportar para conseguir esos 2 millones de simpatías.
Pero precisamente de eso se trata, de ir con los mejores sin importar filas, fobias o trincheras.
La lógica de la competitividad ante todo viene desde la elección de Claudia Sheinbaum como coordinadora Nacional de la 4T. Porque, si bien tenía cercanía y el efecto del presidente de la república, no escatimó esfuerzos en recorrer el país y sumar simpatizantes.
También le ganó por paliza contra sus compañeros en la interna, como Alejandro Armenta.
De modo tal que para la selección de las candidaturas que faltan hoy valen más las capacidades y la competitividad, por encima de las cuotas y los padrinazgos.
Morena al menos en este ciclo electivo, va en serio con lo mejor.
Aquéllos y aquéllas que piensan en las fórmulas del pasado, heredadas del viejo priato, pueden quedarse como Penélope: tejiendo de día y destejiendo la esperanza en las noches.
Como él anhelo que deshoja las margaritas.