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viernes, noviembre 22, 2024

El Morelos, zona de violencia y caos

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El mercado Morelos, un lugar que debería ser un bullicioso centro de actividad y comercio, se ha convertido en una zona atormentada por la violencia y el caos.

El último episodio sangriento que sacudió a comerciantes y compradores dejó un saldo de cuatro personas asesinadas a balazos por individuos armados con armas cortas y largas en las oficinas administrativas de dicho espacio comercial.

Esta tragedia arrojó luz sobre una problemática que parece estar fuera de control para el Ayuntamiento de Puebla, a pesar de que recientemente la Comuna decidió modificar su estructura orgánica para trasladar las atribuciones de la Dirección de Mercados a la Secretaría de Gobernación municipal, cuando antes estaba a cargo de la Secretaría de Economía y Turismo, medida que fue implementada para evitar conatos de bronca.

Las víctimas de este último ataque han sido identificadas por sus familiares y las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP): Oscar Alexis N., de 27 años, residente de Cuapiaxtla de Madero; Miguel N., de 54 años, vecino del Barrio de Santa Anita en la ciudad de Puebla; Jorge César N., un albañil con antecedentes penales y residente del Barrio de Analco; y Gehu Fares, de 27 años, un panadero y deportista de la colonia Francisco Javier Clavijero. 

El horror se desató en las oficinas administrativas del mercado, donde cada víctima quedó tendida con al menos cinco impactos de bala en sus cuerpos, detonante que fue una disputa por el control administrativo de la plaza, una lucha encarnizada que dejó un rastro de sangre el 31 de octubre. 

Gilberto Higuera Bernal, titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), advirtió en reciente conferencia de prensa que se tomarán medidas legales contra los implicados en esta matanza. 

Según las investigaciones, las personas fallecidas y heridas llegaron al mercado el 30 de octubre con la intención de arrebatar el control de los cobros a los comerciantes de la administración anterior. 

“Preliminarmente podemos afirmar que se trata de una disputa por la administración del mercado, lo cual lo hace una situación más grave. Es un asunto al que tendrán que ponerle mucha atención las autoridades que administran y que son responsables de los mercados. Por nuestra parte, creo que en breve vamos a ejercer acción penal y en breve vamos a aprehender a las personas que participaron en estos hechos”, puntualizó. 

La tragedia no termina aquí, y es que una tercera persona fue secuestrada y encontrada herida en otro sector del mercado, atada y con múltiples golpes. 

Las autoridades revelaron que esta persona aparentemente fue víctima del nuevo grupo que intentó tomar el control durante la balacera, lo que llevó a las autoridades a rescatarla y ponerla a salvo, en tanto que las identidades de los dos heridos se mantienen en el anonimato por razones de seguridad. 

Uno de los fallecidos, Jorge César N., conocido como El Huevo, e integrante de la banda de La Patrona, ya tenía un amplio historial delictivo, luego de que hace tres años, fue capturado en posesión de cocaína y heroína, además de estar relacionado con diversos homicidios y agresiones a comerciantes del mercado Morelos, aunque salió de prisión al menos un mes antes de ser asesinado. 

Las autoridades han confirmado que este ataque está relacionado con una lucha de poder entre dos grupos delictivos. Se cree que la detención de varios operadores de una organización criminal debilitó al grupo al que pertenecía “El Huevo” y su asesinato se considera un intento de represalia por parte de un grupo antagónico que busca el control del mercado Morelos. 

El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, expresó su esperanza de que las investigaciones avancen y conduzcan a la identificación de los responsables con la colaboración de las autoridades ministeriales. 

“No se distraigan, es un tema municipal, se tienen que generar las condiciones necesarias. Yo no entiendo y espero que pronto nos digan dónde andaban o cuál fue el tiempo en el que pudo haber llegado la policía (municipal) para atender estos sucesos”, expresó. 

Este episodio es solo uno de varios que han estremecido el mercado Morelos en los últimos meses. En agosto, la violencia alcanzó su punto máximo cuando alrededor de 30 hombres, con armas de fuego y cuchillos, infundieron terror a los comerciantes para cobrar derecho de piso. 

En ese momento, los comerciantes presenciaron el rigor de individuos dispuestos a matar si no se cumplían sus demandas, todo a plena luz del día. 

La presencia de la policía municipal, llamada por testigos asustados, desencadenó un enfrentamiento en el que los delincuentes dispararon con la intención de herir a los agentes. El miedo se apoderó de los locatarios debido a los estruendos de armas de fuego de todos los calibres, dirigidas hacia las fuerzas del orden, aunque la pericia de la policía municipal permitió superar la refriega al solicitar refuerzos. 

El saldo fue de nueve personas detenidas, incluyendo a un individuo identificado como líder de la célula delictiva La Mafia de Analco, mientras que a los detenidos se les incautaron varias armas de fuego y municiones. 

En los últimos meses, la Secretaría de Seguridad Pública estatal ha detenido a al menos 12 delincuentes pertenecientes a la misma banda delictiva, dedicada tanto al narcomenudeo como al cobro de extorsiones.  

Uno de los golpes más significativos fue la captura de Roberto N., conocido como El Gabo, quien fue aprehendido por delitos relacionados con la salud, ataques peligrosos, portación ilegal de armas y cartuchos útiles. 

Este individuo era considerado uno de los principales generadores de violencia en la ciudad de Puebla y se cree que había sido la mano derecha de otro individuo llamado Eulalio F., El Michoacano, quien se hizo cargo de las actividades de narcomenudeo en el mercado tras la jubilación de José Christian N., El Grillo.  

La banda tiene su mirada puesta también en mercados municipales como José María Morelos y Pavón, Jorge Murad Macluf, La Victoria, La Piedad, y la plaza comercial El Campanario, donde han infundido temor. 

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