El sol apenas comenzaba a salir en la oscura madrugada del viernes 6 de octubre sobre la carretera Cuacnopalan-Oaxaca, pero ese día, como muchos otros, no sería recordado por su amanecer, sino por la tragedia que estaba a punto de desatarse en las pronunciadas curvas de esta vía que se ha convertido en una de las más peligrosas de la región, pues tan solo en este año se han registrado 47 muertes en accidentes automovilísticos, los más recientes han cobrado la vida de migrantes centroamericanos.
Fue un ensordecedor ruido que rompió la tranquilidad a la altura del kilómetro 88+50 de la supercarretera: el sonido de metal contra asfalto, en la zona limítrofe entre Puebla y Oaxaca, donde un camión de pasajeros, cargado con sueños de migrantes, se había convertido en una trampa mortal.
Los minutos que siguieron al impacto se llenaron de caos. Fueron 16 migrantes cuyos corazones se detuvieron en cuestión de segundos o minutos en este viaje incierto, mientras que otros 33 corrieron con un poco más de suerte, algunos de ellos aún luchando por sus vidas en unidades hospitalarias de la región.
El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, fue el primero en dar conocer la noticia, pero al cabo de unas horas, las escabrosas cifras hablaron por sí solas: 33 personas lesionadas, de las cuales 12 fueron trasladadas al Hospital General de Tehuacán y nueve más en Tepeaca, cuyo estado de salud se reportó como “delicado y reservado”.
Entre el grupo de migrantes de origen haitiano y venezolano, también se encontraba un menor de edad que requirió ser trasladado al hospital del Niño Poblano en una ambulancia aérea para una atención personalizada.
Cuatro personas más fueron atendidas en el hospital General de Ajalpan con estado de salud estable y ocho lesionados llegaron al CESSA de Tehuacán con pronóstico de darse de alta de forma breve, tras haberse cruzado con la carretera de la muerte.
Los héroes emergieron en medio del caos. La Cruz Roja, CAPUFE, la Guardia Nacional y el municipio de Chilac, se unieron en un esfuerzo para rescatar a estos sobrevivientes y brindarles la atención que necesitaban.
La tragedia ha sido característica de esta carretera mortal. Se habla, de acuerdo con versiones periodísticas, que al menos 47 víctimas han fallecido en sus kilómetros retorcidos tan solo este año.
Hace apenas unas semanas, en agosto, un siniestro similar había arrebatado la vida de otras 18 personas y dejado a otras 27 luchando contra las heridas. Colombia, Honduras y Venezuela también han llorado a sus hijos en búsqueda del sueño americano en estas carreteras implacables.
🔴 #Actualización del accidente ocurrido en la autopista Cuacnopalan – Oaxaca.
De acuerdo con el último reporte de la @SaludGobPue:
De las 33 personas lesionadas, 12 fueron trasladadas al Hospital General de Tehuacán y nueve reciben atención en el Hospital General de Tepeaca;…
— Sergio Salomón (@SergioSalomonC) October 7, 2023
Al menos cuatro accidentes automovilísticos han ocurrido en la Cuacnopalan-Oaxaca, por lo que no sorprenden los encabezados de noticias que señalan muertes en estos caminos sombríos.
En la fecha del 30 de septiembre, otro accidente carretero sorprendió a una camioneta con el logotipo “pastelería cristal”, donde a la altura del kilómetro 6, un total de tres personas fallecieron por el impacto contra un vehículo particular.
Historias similares se repitieron el 5 de septiembre, con un saldo de dos fallecidos y 14 heridos en la supercarretera, mientras que el 22 de agosto otras ocho almas dejaron la tierra.
