La estrategia que la virtual candidata a la Presidencia de la República de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, perfila para los estados que renovarán gubernaturas, y cuya ruta no está todavía definida, será atajar completamente los imponderables y asumir el control de esas decisiones.
Me explico: nadie va a arrebatar a Sheinbaum y su grupo la decisión sobre quiénes serán los candidatos y candidatas en esas entidades.
Salvo Tabasco, en donde el presidente Andrés Manuel López Obrador ya hizo candidato, con una declaración desde la conferencia matutina, al exdirector de Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Javier May Rodríguez, el resto de los estados con elecciones concurrentes tendrán la mano de la presidenciable y su equipo.
Considerar a los punteros, además de la postulación de dos cartas propias, una por género, para ganar por adelantado esa posibilidad que se presenta, de que sea un hombre o mujer el postulado, se ven en el horizonte del esquema de control en las entidades.
La Ciudad de México nos ofrece la primera referencia. Este domingo comenzó formalmente en la capital del país el Proceso Electoral Concurrente 2023-2024, que es, además, la segunda entidad con la lista nominal más grande: casi 8 millones de potenciales electores.
Con el ex titular de Seguridad Ciudadana de la capital del país, Omar Hamid García Harfuch, quien renunció al cargo para postularse a la Jefatura de Gobierno, la presidenciable, su equipo de trabajo y su grupo político, tienen cubiertos dos flancos: es el puntero y va como carta varón.
En tanto, con la ex alcaldesa de Iztapalapa, Clara Marina Brugada Molina, que también se postuló, tiene al cuadro más competitivo en las urnas de las dos últimas elecciones locales, y cubre la cuota de paridad femenina, en caso de que se requiera ese género.
Ataja así Sheinbaum a los otros aspirantes. Tiene el tablero y tiene también la definición en sus manos. Incluso, en el remoto caso de que requiera negociar con alguno de los otros tiradores a ese cargo, su posición es de franca y gran ventaja.
Claudia Sheinbaum Pardo tiene en Puebla un escenario que faltaba amarrar todavía, porque, aunque de su lado cuenta y contempla al puntero, además de una carta competitiva adicional, los dos son varones.
La renuncia adelantada por la titular de Economía del Gobierno de Puebla, Olivia Salomón, completa el modelo de Sheinbaum en nuestra entidad, junto con Julio Huerta, el competitivo, y el senador Alejandro Armenta, el puntero.
No puede leerse fuera de un tiempo y una estrategia precisa, la renuncia de Olivia, que surtirá efecto el próximo 15 de septiembre, según anunció por la tarde de domingo el gobernador Sergio Salomón, antes de que ella lo confirmara de propia voz.
Hay quienes supondrán que la ex presidenta municipal de la capital poblana, Claudia Rivera Vivanco, también debe ser considerada. Suponiendo sin conceder que lo merezca, hay evidencias de que definitivamente no es la carta femenina de la virtual candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum.
Por el lado de los varones hay otros, pero tampoco se puede asumir que estén incluidos en esta estrategia, por lo que, de tener realmente posibilidades, ésas vienen de otras circunstancias.
Este esquema que se ha aplicado, de entrada, en la Ciudad de México y que parece perfilarse en Puebla, se reeditará en otras entidades que así lo requieran.
Es, sobre todo, estrategia.
En 2024 no basta con ganar. Morena, el lopezobradorismo y Claudia Sheinbaum quieren arrasar.
Y construyen esa ruta.
