En un par de semanas, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN mandará a llamar a los aspirantes a la gubernatura para que firmen un acuerdo en el que se comprometen a no retirarse de la contienda. La razón es sencilla: La irrupción del grupo encabezado por el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, mejor conocido como Grupo Jalisco, en el Frente Amplio por México. Anterior a que la cuasi candidata presidencial de la oposición Xóchitl Gálvez Ruiz entrara en contacto con el mandatario, los jefazos del Frente tenían planeado repartir equitativamente las candidaturas de las nueve gubernaturas: cuatro para el PAN, el mismo número para el PRI y una para el PRD. Ahora, el Grupo Jalisco demanda la candidatura de ese estado y será hombre el que la encabece. Este simple movimiento ha complicado todo debido a que los bloques de competitividad que definen el género del abanderado también cambiarán. Los planes iniciales indicaban que el Frente debería postular a cinco mujeres y cuatro hombres. Estos últimos estaba definidos en la Ciudad de México, Yucatán, Veracruz y Puebla. Pero al incorporarse el abanderado de los trásfugas de Movimiento Ciudadano se suma otro varón. Los analistas al interior de la oposición han puesto sobre la mesa incluso que panistas de cepa, como el caso de Puebla, sean siglados por el tricolor. También tendrán que mover todo a fin de que los números legales que establece el Instituto Nacional Electoral se cumplan, lo que significará sacrificar o impulsar a quien se necesite. ¿Ahora entiende por qué las cartas compromiso?
Cambios en la Unidad Técnica
La noche de ayer hubo un cambio muy importante en el Congreso del estado, al remover a Gabriela Lepe de la unidad técnica de la Comisión de Control, Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del Estado. Este movimiento lleva implícitos muchos mensajes. Habrá que esperar a conocer quién encabezará el organismo.
