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domingo, noviembre 24, 2024

No es lo mismo ser entrenador que director técnico

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El título del escrito parece desgarrador y poco amigable para todos los que tienen el título de director técnico. Cuando estudias esta carrera, su misma división en el plan de estudios, te dicta que tu primer título es el de instructor, luego bien el de entrenador, luego el de auxiliar y al final el de director técnico, todo planeado para ir adquiriendo conocimientos en ascenso y al final tengas un campo complemento para ponerlos en práctica. 

Un técnico graduado como tal, pero que está en equipos de formación, su principal arma será la de ser monitor y entrenador. Las otras dos, no mucho las tiene que usar dado el proceso de formación en el que está. Un técnico que sea nombrado como auxiliar, su fuerte tiene que ser la de entrenador y conocer a la perfección la idea de su técnico en turno, para que sus trabajos y consejos sean directamente hacia la idea inicial del técnico y él tendrá que apoyar esa idea, por el simple hecho que el técnico confió y conoció la idea de su auxiliar. 

Desde marzo pasado tengo la hipótesis de que no todos los técnicos ejercen en sus equipos de técnicos. Cuando vean un equipo que se despliega en la cancha con un estilo general, quiere decir que tiene un entrenador, pero cuando éste toma malas decisiones dentro de su idea que entreno o que en momentos del juego suceden, siempre, situaciones no entrenadas, pero con una decisión, una palabra, un cambio, el equipo regresa a su estilo inicial, ese personaje es un técnico. 

Pocos técnicos son buenos entrenadores y esta labor la hacen, siempre basados en su idea inicial, sus auxiliares que si son buenos entrenadores. El técnico se dedica a observar y recomponer en el día a día, situaciones, quizá pequeñas, pero sabiendo que, por su estatus de técnico, el jugador va a componer equis situación. Con este accionar, al técnico se le irá perfeccionando su ojo clínico y en su momento, en el juego, tendrá armas para ponerlas en práctica. 

El técnico todólogo, que en el día a día quiere hacer las prácticas, deja de lado el fijarse en los pequeños grandes detalles de su grupo; a la par, de por estar en acción, como cualquier jugador, pierde oxigenación para poder pensar mejor. Entonces, el trabajo del técnico tiene que ser en cancha, poco y efectivo. Por eso tiene un grupo multidisciplinario que le ayuda a que esto se pueda dar. 

Por esta razón, Vucetich, Lapuente, Tena, son grandes técnicos. Siempre contaron con un gran equipo de trabajo y ellos contaban con el punto fino, porque basados en la observación diaria, sabían el cómo y él cuando a la perfección. 

La hipótesis que ayer confirme y dejó de ser hipótesis desde ayer y para mí, sucedió en el juego de Chivas. Su entrenador que llegó sin logros al equipo, se dio cuenta de las características generales de sus jugadores, la principal, la dinámica que tienen y, con base en ello, se puso a entrenar un sistema que en un semestre los llevó a la final. Después en ese partido y por no tener decisiones de técnico, perdió la final, ante un técnico que sabía el momento en que los cambios le darían el sartén por el mango. 

En su juego de ayer, todo lo que lo había encumbrado, lo hizo a un lado y se puso en el papel de técnico. Alineó un cuadro que lo que menos tenía era dinámica, amontonó gente en el medio campo sin saber los jugadores si tenían que presionar, arma indispensable para este equipo, o se tenían que cuidar de las individualidades del rival. Un buen técnico y que aparte entrena a sus jugadores, sabe y nunca renuncia a su trabajo del día a día. Ayer renunció, se traicionó y su equipo dejó de ser las Chivas del semestre pasado. 

Entonces llegó con este ejemplo y muchos más que ni al caso mencionar, que el nombramiento de técnico, si lo combinas con el de entrenador, en este caso con éxito, no combinan y tu virtud dada por ser un excelente entrenador, se convierte en defecto cuando quieres ser director técnico. 

Me recordó sus cuatro años en la MLS, en los cuales nunca pudo clasificar al equipo porque nunca encontró las características positivas de su cambiante equipo y en la toma de decisiones, nunca pudo escoger la mejor. En Chivas, desde el primer día se da cuenta de una situación general, DINÁMICA de sus jugadores y en esa base alcanza el éxito. 

Con esto recuerdo la frase de Emilio Maurer: a lo tuyo, aunque te tardes. 

Hoy en día tienen más éxito los técnicos piensan antes que los entrenadores del día a día. A estos, lo mejor es contratarlos y tú técnico, dedícate a pensar en el detalle que te dará el triunfo. 

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