Esta semana se va a poner muy buena la discusión respecto a los privilegios que existen en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De entrada, este lunes la ministra Norma Lucía Piña Hernández convocó a una “sesión pública solemne” del Pleno de la Corte, del Consejo de la Judicatura y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con la finalidad de salir a la defensa del presupuesto que dicho poder exige para 2024. Es, por decir lo menos, una banal intentona para justificar los privilegios de los ministros, pero también una abierta afrenta al Poder Legislativo y Ejecutivo. ¿A qué privilegios nos referimos? A lista integrada por unos 40 puntos entre los que destacan: Salarios de 300 mil pesos para cada ministro, a los que se suman 100 mil pesos por primas vacacionales y 586 mil 092 pesos por aguinaldos. Los angelitos también se van un mes de vacaciones, tienen 720 mil pesos para gastar placer en restaurantes de lujos, así como dos vehículos blindados, con valor de 6 millones, para cada uno de los ministros (que al salir del cargo se los quedan). Si eso no desorbitante, hay que sumarle gastos por guaruras, 22 mil pesos anuales para gasolina, atención especial para trámites de pasaportes, licencias y visas, acompañado por los respectivos viáticos para viajes oficiales nacionales o internacionales, para ellos y sus familias. A eso se le debe agregar que todos pagamos la videovigilancia en sus casas, ya que están con cargo al erario; reciben 30 millones por seguros de gastos médicos -incluida su familia-, 200 mil pesos anuales para compra de medicamentos. Se destinan 12 millones para seguros de vida institucional; beneficios como 1.1 millones por defunción y 30 mil pesos en ayuda de gastos funerarios; pensión vitalicia casi al 100 por ciento de su sueldo y si se deciden retirar tiene derecho a un “haber de retiro”, dos personas a su servicio y 20 millones como seguro de separación individualizado. Y la joya de la corona: Manejan 14 fideicomisos por un monto general de 20 mil millones 765 mil 377 pesos y un presupuesto superior a los 73 mil 700 millones. No cabe duda que la vida se resuelve siendo ministro en un país de más de 60 millones de pobres.
Olivia, el contador Rafa y los amigos
La secretaria de Economía estatal, Olivia Salomón, realizó el viernes pasado su tradicional comida de chiles en nogada, la cual fue ideada y expandida por la tenaz amistad del contador Rafael Moreno Valle Sánchez. Una fiesta con todo el corazón. Se trató de una reunión de amigos, para recordar a los amigos. Con el encuentro se rememoró al contador, pero también a todos aquellos amigos de la familia Moreno Valle y Salomón que partieron de esta vida. El homenaje fue emotivo y lleno de amor. Todos los integrantes de la familia estuvieron presentes para dar la bienvenida a todos los allí reunidos que, a pesar del tiempo y las circunstancias, hoy vuelven a abrir las puertas de su casa para celebrar la vida. Y como lo fuera siempre el contador Moreno Valle y lo es Olivia Salomón, la convocatoria incluyó a todos los sectores sociales, empresariales, políticos, del círculo rojo, amigos, amigos y más amigos. Sorpréndete la plural convocatoria, en la mesa principal el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y su esposa Gaby Bonilla, así como gente de la auténtica izquierda progresista de América Latina como el chileno Marco Enríquez, y el embajador de Qatar. La comida, como era de esperarse de una mujer como Olivia, no fue manchada con declarar públicamente una aspiración política. Pero la fuerza de la convocatoria el poder social y el cariño de las y los más de 400 asistentes habla con claridad de que es tiempo de las mujeres.
