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domingo, noviembre 24, 2024

Ideas, más ideas

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Es Claudia, Mejor Marcelo, el hombre fuerte de la 4T Adán Augusto, la señora X del otro lado. Imágenes, malos eslóganes. La coleta de Claudia, la X y los TikToks de Gálvez, los bailes fallidos de Marcelo, las fotos en contrapicado casi soviéticas del menos augusto de los Adanes. Otra vez, ruido y más ruido. 

A López Obrador, por lo menos hasta ahora parece habérsele salido el tiro por la culata al adelantar las elecciones internas o poner a jugar a las corcholatas. Demasiados meses de precampaña implican un desgaste brutal de imagen. Del otro lado la presencia inesperada de una candidata que se “coló” a la grande también por error de AMLO al no haberle dado audiencia. El Frente Opositor y su depuración con firmas que deja fuera al PRD, más desgaste.  

El tema de las encuestas de uno y otro lado, siempre cuestionable (Marcelo acusa que ninguna de las empresas que él propone es elegida y que Claudia lleva cargada y acarreados, la prensa le pide pruebas, algunos quieren sangre y que Marcelo vaya por la libre o por Movimiento Ciudadano), nuevamente mucho ruido y pocas nueces.
Mucho acerca de nada se llama en inglés la obra de Shakespeare que se traduce al español con nueces y ruido. Mucho, pero sin sustancia. Marcelo es el único que ha avanzado algún atisbo de proyecto, pero quien puede escucharlo en medio de la nada, el vacío, los pleitos mediáticos y el absurdo de las campañas políticas.

Y México, nuestro pobre México donde ha quedado, cuáles son los mínimos comunes múltiplos de un proyecto de nación progresista que verdaderamente combata la pobreza y la desigualdad, eleve la educación pública, financie la ciencia y la transferencia tecnológica y promueva las artes y las culturas no como formas chovinistas de identidad sino como formas consustanciales al desarrollo, el trabajo y la cohesión. Además, que de una vez por todas piense en la paz y el tejido social como sus prioridades. ¿Nos preguntaríamos en las campañas si queremos a los militares no solo en la calle sino controlando el país? ¿Por fin en las campañas nacionales se hablará de prioridades regionales? ¿Podremos avanzar en una idea de país plurinacional y multilingüe? ¿Habrá lugar para el debate de ideas? 

Se extraña el Ágora pública porque solo en el debate se consigue pensar qué queremos y quienes somos. Los medios masivos y los medios digitales no pueden dejar de cumplir un papel central en ese diálogo de ideas, dejando de contribuir al ruido y el caos. En fin, sé que es utópico, pero todavía creo que podemos hacer algo para que tengamos un mejor país en lugar de solo seguir en el estéril escándalo o en el golpeteo bajo y la bronca pública. 

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