Ana María Jiménez Ortiz se ha convertido en objeto de constantes ataques debido a que logró colocarse como una de las más eficientes operadoras del inquilino de Palacio Municipal. La forma en que ha logrado dar resultados puso nervioso a más de uno entre el círculo de la ultraderecha y otros miembros del PAN poblano. Su talento, por ejemplo, le ha permitido no sólo encabezar la poderosa Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal, ente encargado de cuadrar las finanzas, gastos y presupuesto de la Comuna, así como evitar que alguna sorpresa pueda saltar en la Auditoría Superior del Estado. En el ámbito político es la encargada de coordinar el distrito de Zacatlán para impulsar las aspiraciones del alcalde capitalino y sus odiadores ya comenzaron a distribuir el rumor de que solo puede organizar reuniones que no pasan de las 20 personas, pero lo que no saben es que es precisamente ese tipo de encuentros los que le han solicitado. Petit comité, pues. Ahora, la regidora acaba de sumar un nuevo encargo: ser la voz y presencia del presidente municipal en el equipo de la aspirante más aventajada del Frente Amplio Progresista a la presidencia de la República, Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz. Su inclusión tomó por sorpresa a varios y pese a los errores cometidos por la dirigente estatal del PAN, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, que en lugar de consensar su arribo pretendió dar un madruguete, Ana María consiguió operar para distender cualquier rechazo. Su presencia en los diferentes actos de la senadora en Puebla, registrada la semana pasada, dan cuenta de ese esfuerzo. Todos estos resultados han llevado a la cúpula de verdad manda en el PAN a que la consideren como su carta fuerte para ocupar los primerísimos lugares de las listas de diputados locales plurinominales para 2024. La instrucción ya comenzó a circular para que todos se alineen a dictamen. No cabe duda de que los odiadores de Ana María están más enojados por su talento.
APLICACIÓN DE LA LEY, NO EXONERACIÓN
En los últimos meses hemos tenido noticias sobre la salida de prisión de varios personajes políticos para que continúen sus procesos bajo medidas precautorias. Algunos han especulado que esta situación forma parte de una serie acuerdos políticos, pero están rotundamente equivocados. De entrada, el gobierno del estado no tiene ninguna injerencia en estas decisiones, ya que corresponden exclusivamente al Poder Judicial y a la Fiscalía General del Estado. Lo que sí existe es una revisión de los expedientes y si hay elementos para que se otorgue el beneficio a los imputados, no hay otra medida más que acatar lo que marca la ley. Así que para aquellos despistados que ven confabulaciones y pactos en lo oscurito la recomendación es que mejor aprendan a leer, a reportear y hasta conseguir buenas fuentes de información, porque hasta ahora sólo han hecho el ridículo alimentando una falsa realidad.