Tras haber sido girada una orden de aprehensión en su contra desde marzo de 2019, este jueves fue aprehendido en Boca del Río, Veracruz, Hugo Adolfo Karam Beltrán, exsecretario de la Policía Judicial en Puebla durante el sexenio de Mario Marín Torres.
Aunque por la mañana de ayer no había más información sobre los motivos de la detención, por la tarde la Fiscalía General de la República (FGR) precisó que la orden de aprehensión en su contra fue cumplimentada al haber obtenido suficientes pruebas para acreditar su participación intelectual en el delito de tortura en detrimento de la periodista Lydia Cacho, en el año 2005.
El Registro Nacional de Detenciones (RND) dio cuenta que el exburócrata fue capturado este 13 de julio a las 8:42 horas en la costa de Boca del Río: sobre el bulevar Miguel Alemán, en la esquina con la Avenida Benito Juárez y posteriormente fue trasladado al Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito.
Con ropa veraniega: playera gris sin mangas, short azul marino y zapatos negros con blanco, fue como la policía federal ministerial lo identificó al momento de cumplirse la orden de aprehensión en su contra el día de ayer.
El exmando de la policía en Puebla era buscado desde marzo de 2019, cuando el Primer Tribunal Unitario de Quintana Roo ordenó su aprehensión por la serie de denuncias que lo involucraron en el mismo caso que a su jefe político Mario Marín Torres.
La situación fue que, tras la publicación del libro Los demonios del Edén, relato en el que Lydia Cacho evidenciaba una compleja red de red de pornografía infantil y pederastia donde estaban inmiscuidos Kamel Nacif Borge y Jean Succar Kury, la periodista fue detenida en Cancún por parte de autoridades poblanas que le dieron un trato indigno durante su traslado a la entidad: tocamientos, tortura psicológica y amenazas de muerte.
FGR CUMPLE APREHENSIÓN
Por la tarde de este jueves, la FGR detalló que la aprehensión de Adolfo Karam fue efectuada a través de la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos y elementos de la Agencia de Investigación Criminal.
Según expresa el breve comunicado, luego de presentar pruebas suficientes para acreditar su responsabilidad en el delito de tortura cuando fungía como titular de la Policía Judicial de la extinta Procuraduría General de Justicia de Puebla, la FGR obtuvo su orden de captura a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
“Los hechos que se le imputan, corresponden a su probable participación en una estructura organizada de poder dentro del Ejecutivo del estado de Puebla, con la finalidad de afectar la dignidad personal de una periodista, derivado de la publicación de un libro de investigación periodística”, sostiene la misiva.
A la par, se expresa que luego de haber sido puesto a disposición en un primer momento por el Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito, Karam fue posteriormente puesto a manos de un juez federal en Quintana Roo para que proceda conforme a derecho.
Tras darse a conocer la noticia, la periodista Lydia Cacho lanzó un breve video en redes sociales en el que recordó que en 2005 fue torturada como forma de venganza tras la publicación de su libro “Los demonios del Edén” y además pidió que todos los involucrados en la red de abuso infantil sean encarcelados.
“Yo fui torturada por ellos e intentaron eliminarme, creyeron que desde el exilio no iba a seguir adelante, y seguimos adelante contra todos: los funcionarios públicos no deberían proteger la delincuencia organizada, sino a nuestras niñas y niños”, apuntó.
EL CASO LYDIA CACHO
Hugo Adolfo Karam es señalado por ser parte de un concierto de complicidades que llevaron a la detención de Lydia Cacho y la tortura que habría sufrido a manos de autoridades poblanas.
La orden de aprehensión de la periodista se ejecutó en diciembre de 2005 cuando era gobernador Mario Marín Torres y causó indignación entre círculos periodísticos y defensores de los derechos humanos.
Cacho Ribeiro es la autora del libro Los Demonios del Edén, en donde revela una red de pedófilos entre los que ubicó al empresario Kamel Nacif Borge y a Jean Succar Kury. El 14 de febrero de 2006, el periódico La Jornada y la periodista Carmen Aristegui dieron a conocer una serie de audios de una conversación entre Mario Marín y Kamel Nacif en la que quedó de manifiesto la complicidad que hubo para detener a Cacho a manera de venganza.
Tras el escándalo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajo el caso y realizó una investigación, pero determinó que los audios que incriminaban al mandatario poblano habían sido obtenidos de forma ilegal, además de que el delito de tortura no era considerado como grave, por lo que no había sustento jurídico para proceder en su contra y fue absuelto.
Años después, Lydia Cacho reactivó el caso ante el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, así como ante instancias judiciales federales, principalmente ante el Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito, pero ahora para que se ahondara en el delito de tortura hacia un periodista.
La primera institución emitió una recomendación para que el Estado mexicano ofreciera una disculpa pública y velara por la reparación integral del daño ocasionado a la periodista debido a que sufrió una detención arbitraria, así como agresiones.
Con la llegada del Andrés Manuel López Obrador al gobierno federal se cumplió la instrucción. En el caso del juicio por tortura, en marzo de 2019 fueron giradas órdenes de aprehensión en contra de Kamel Nacif, Mario Marín Torres, Adolfo Karam y los policías judiciales que participaron en la detención.
El 3 de febrero de 2021 Mario Marín Torres fue capturado cuando se encontraban en Acapulco, Guerrero. Fue recluido en el penal de Cancún, Quintana Roo, pero luego fue trasladado al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, en donde actualmente se encuentra.
