|María Florencia Melo
El Día Mundial del Rock se celebra cada 13 de julio desde 1985. La elección de esta fecha fue en honor al concierto benéfico Live Aid, que tuvo en escena a decenas de artistas emblemáticos de este género musical, de la talla de Queen, Madonna, Paul McCartney y David Bowie, entre otros. Llevado a cabo de forma simultánea en Londres y Filadelfia, el megaconcierto se desarrolló el 13 de julio de 1985 durante 16 horas y fue retransmitido en más de 72 países.
El músico y empresario Bob Geldof tuvo la idea de organizar un concierto benéfico para ayudar a combatir la hambruna en África, y gracias al festival se recaudaron aproximadamente 127 millones de dólares. Años después, Live Aid desató diversas críticas: la BBC sugirió que el dinero del concierto se había desviado para comprar armas. Sin embargo, años más tarde la cadena ofrecería disculpas y admitiría que no había evidencia específica para tales declaraciones.
Más allá del Live Aid, el primer recital benéfico de rock de la historia es The Concert for Bangladesh, organizado por el exbeatle George Harrison y el religioso Ravi Shankar en 1971, en Nueva York. El objetivo del concierto era recaudar dinero para los refugiados en India durante la independencia de Pakistán Oriental (actual Bangladesh) y ayudar a las víctimas de un ciclón que trajo aparejado un desastre humanitario.
Este festival también estuvo inundado de polémicas, ya que hubo demoras en el envío de la ayuda y gran parte de lo recaudado, cedido a UNICEF, fue utilizado para el pago de impuestos. Al día de hoy, no se sabe con certeza la cifra real de dinero que llegó finalmente a destino.
Con respecto a Latinoamérica, los conciertos ALAS se realizaron en Ciudad de México y Buenos Aires en 2008 por iniciativa de la Fundación América Latina en Acción Solidaria (ALAS) y fueron impulsados por la cantante Shakira con el objetivo de “lanzar un nuevo movimiento social que genere un compromiso colectivo para el desarrollo infantil temprano”.
Se hizo “un fuerte pedido a los Gobiernos latinoamericanos para que trabajen en la lucha contra la pobreza y a favor de la educación”. Si bien la entrada al megarecital fue gratuita, se recaudaron alrededor de 200 millones de dólares provenientes de donaciones (de Carlos Slim y Howard Buffet ―hijo de Warren Buffet―, entre otros) que se destinaron a programas de educación, salud y nutrición para niños en situación de pobreza.