A diferencia de la contienda por la gubernatura, los aspirantes de Morena y PT a la presidencia municipal de Puebla enviaron un mensaje pocas veces visto en la política poblana. Los petistas Nora Merino Escamilla y Antonio López Ruiz, así como los morenistas Leobardo Rodríguez Juárez, Alejandro Carvajal Hidalgo e Iván Herrera Villagómez dejaron atrás cualquier diferencia y pactaron la unidad, independiente de quién sea electo como el coordinador de los Comités de Defensa de la 4T en la capital. Insistimos: Este es un hecho pocas veces visto, ya que en la política aldeana lo que priva es el interés particular a costa de partidos e instituciones. Contrario a lo que realizan los tiradores a Casa Aguayo, los interesados en tomar las riendas de la capital poblana han entendido -o al menos eso es lo que se desprende de dicha reunión- que una división interna sería sumamente costosa pues todo indica que presenciaremos una contienda electoral de pronóstico reservado. Hace unos días, en este espacio explicamos la importancia de la capital para Acción Nacional, que llevan dos triunfos electorales al hilo (2019 y 2021) aquí y en la zona conurbada. La ciudad es el último bastión real de los panistas que, si los estudios no se equivocan, están lejos de ganar la gubernatura el próximo año. Este escenario es compartido por la diputada Nora Mreino Escamilla, quien en la conferencia de prensa que impulsaron todos los aspirantes, aseveró: “Más allá de nuestros intereses personales nosotros tenemos que ir formando unidad en torno al proyecto nacional primero, al proyecto estatal, e ir mandando un mensaje a los compañeros del partido y a la ciudadanía que en Morena prevalece la unidad sobre los intereses personales”. ¿Qué saben en el PT y Morena? La última encuesta pública sobre las tendencias de la ciudad de Puebla, efectuada en el mes de abril por la firma C&E Research, prácticamente daba un empate técnico entre las dos coaliciones. Morena sumaba 38 por ciento de las preferencias, mientras que el PT 2 por ciento. El caso más grave era el Verde Ecologista que no fue incluido debido a que no alcanzó siquiera un punto porcentual y su dirigencia todavía se resistente a formar una alianza, ya que esperan los resultados de la encuesta nacional y el futuro que tome el canciller Marcelo Ebrard Casaubón. Así pues, Morena-PT aglutinaba el 40 por ciento de las simpatías, lo mismo que la fusión del PAN (30 por ciento), PRI (7 por ciento) y PRD (3 por ciento). Contrario a las mediciones estatales, la competitividad del bloque opositor en la capital es bastante bueno. Mientras a nivel estatal Va por Puebla suma 17.1 por ciento, según el Buró de Estrategia y Análisis del Poder (BEAP), en la ciudad llega al 40 por ciento, de acuerdo con C&E Research. Esa sería la realidad a la que se enfrentan los aspirantes de Morena y el PT, de ahí que un pacto de unidad y caminar juntos a pesar del resultado significa la mejor estrategia para ir preparados a la batalla electoral. La lucha por la capital se antoja sumamente cerrada y en el caso de la oposición es fundamental para empujar la candidatura a la gubernatura. Los números indican que, contrario a lo que ocurrió en procesos electorales anteriores, la fortaleza del PAN hacia Casa Aguayo pasa forzosamente por la ciudad. Si Morena y sus aliados quieren evitar una sorpresa, es necesario su fortalecimiento y un candidato que abone un extra a la marca partidista. Deberán buscar entre sus cartas a alguien que sea capaz de aglutinar el voto morenista, pero también que sea capaz de seducir al voto switcher, un elector que, por lo regular, tiende a respaldar a los abanderados panistas. Obviamente, todo esto es un escenario al calor del momento, pero bien dice el dicho que cuando veas las barbas de tu vecino cortar…