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lunes, noviembre 25, 2024

Lampareando al conejo

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Ahora sí cabe la expresión: “No podía ser de otra manera”. A la llegada tardía del señor Rodríguez con el puesto de comisionado en la FMF y con el cargo más alto del organigrama, solo estaba esperando la primera oportunidad para manifestarse, de hecho y de palabra y de esa forma, comenzar a efectuar su plan. ¿Cuál plan? Al ser un hombre triunfador en todos los trabajos que se le encomienda y que entiende la trascendencia del mismo, al ser país organizador del Mundial y poder pasar a la historia con el mejor desempeño del equipo nacional, no podía dejar pasar la oportunidad que se le otorgó después del fatídico torneo que terminó ayer, para tomar cartas en el asunto y empezar a ejercer su objetivo, mismo que parte de unir a todos los dueños de los equipos, quienes podrán seguir teniendo sus objetivos individuales, pero ninguno por arriba de lo que es el futbol nacional. 

La designación del señor Coca a muchos nos les gustó, hablo de los presidentes, el señor Rodríguez entendió el camino y aprovechó lo que el señor Coca dejó pasar: la oportunidad de llegar a un Mundial. Su error fue que pensó que con sus formas de juego podría pasar este escollo, dejando a un lado toda la problemática que se tiene alrededor de la silla que ocupaba: la logística del viaje, la inconformidad del plantel en formas y fondo, la imposición de quien lo puso y que, a la hora caliente, ni la cabeza sacó. No era nada fácil el juego contra Estados Unidos que, sin técnico, tiene desde el mundial de Rusia una forma de juego y una manera de comportarse, con jugadores que se conocen y que han aprovechado el tiempo en ser mejores.  

No puedes con solo cuatro prácticas poner un sistema que te dio resultado en Atlas, simplemente porque entre el tiempo de práctica entre un equipo y una selección es abismal la diferencia. Entonces, solo tocando el tema del parado, imposible que te saliera bien y su gran oportunidad se le fue como agua entre las manos. El domingo contra Panamá, cambió un poco en cuanto a ese fallido parado inicial, con muchas fallas individuales, pero con jugadores puestos en su posición original y que les valió ser seleccionados. Los convocados por lo que hacen en sus diferentes equipos, pero con solo cuatro prácticas los quiere cambiar a su sola idea, todo enmarcado con una pésima logística, provocando la creación del peor marco para que el futbolista se pueda manifestar. Los mandaron a lamparera al conejo, pero sin lámpara, entonces al conejo nunca lo vieron, ni él ni los jugadores. 

El señor Rodríguez salió no con lámpara, usó un reflector con toda la potencia, que quizá salió sobrando por lo evidente de la situación. 

El a diferencia de los o el directivo que estaba al mando de este proyecto, no dejará escapar la oportunidad, misma que se le puso de pechito para ejecutar en tiempo y forma. El argumento de poner al señor Lozano al frente del equipo en la Copa de Oro, para mí es convincente: los conoce a la perfección por haber estado con la mayoría en la última olimpiada. El señor Rodríguez quiere a Ambriz y al señor Aguirre como jefe de selección. Por el momento no los tiene, pero la carta que juega con Lozano, siempre tendrá, en caso de fracasar, la justificación del poco tiempo de maniobra. 

Hace muchos años el futbol mexicano no estaba en mejores manos. La condición que puso la famosa Bomba es el tener toda la decisión para ejercer su idea y hoy fue la primera muestra del poder que se le otorgó. 

Vendrán muchos cambios más, todos con la característica de ser contundentes y saber trabajar en equipo, ninguna imposición existirá y esto llamado Fútbol Mexicano, comenzará a caminar en el camino que todos queremos. 

Ya se activó La Bomba. Yo lo conozco. 

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