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viernes, noviembre 22, 2024

¿Qué tipo de proceso ofrecerá Morena?

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A partir de este domingo 18 de junio y hasta el 29 de agosto, los aspirantes presidenciales de Morena tendrán la oportunidad de recorrer todo el país con la finalidad de ganar la mayor cantidad de adeptos que les permita saltar el primer obstáculo en el proceso de selección interno del partido guinda: ser el mejor ubicado en las encuestas. La contienda, como se sabe, parte con una favorita (Claudia Sheiunbaum Pardo), un opositor (Marcelo Ebrard Casaubón), un legitimador del proceso o el posible Plan B en el supuesto caso de que la favorita se desbarranque (Adán Augusto López Hernández), un político que desea ser jefe de Gobierno de la Ciudad de México (Ricardo Monreal Ávila) y dos focas aplaudidoras que buscan sacar raja política y presupuestal (Manuel Velasco Coello y Gerardo Fernández Noroña). El mapa trazado incluye premios de consolación para el segundo y tercer lugar, es decir, Ebrard y Adán Augusto —insistimos: si es que las cosas no fallan o la favorita se desbarranca— que son las coordinaciones de las cámaras de diputados y senadores, así como cargos en el gabinete federal —se entiende serían los más importantes, como es Gobernación, Hacienda o Educación—. Este ejercicio inédito tiene como finalidad —como lo ha explicado muy bien el periodista Mario Alberto Mejía— que la sucesión lleve a un equilibrio en el reparto del poder, es decir, no habrá mayoría para ninguno. Eso permitiría al actual inquilino de Palacio Nacional mantener su influencia y tener los hilos del poder en la mano porque no está dispuesto a que se interrumpa la consolidación de la 4T ni su legado. Marcelo Ebrard no tiene nada qué perder, de ahí que arriesgará hasta donde sea posible porque su objetivo es mantenerse activo, empoderado y con margen de influencia sobrada para que no sea uno más en el siguiente sexenio. Adán Augusto, por su parte, sabe que su respaldo a la jefa de Gobierno vale oro y estará dispuesto a cobrarlo con crecer. Tampoco pretende convertirse en un simple observador en el nuevo gobierno presidencial. Lo que ocurra en los pocos más de 70 días próximos serán muy interesantes porque veremos hasta dónde están dispuestos los aspirantes a estirar la liga, subir el tono de los ataques verbales y presionar para sacar mayor ventaja. Si el proceso se llegará a “calentar” muchos mirarán con sumo interés el desarrollo, lo que dejaría de lado la sospecha
que se trata de un proceso anodino para imponer a Claudia Sheinbaum. A la par, lo interesante será observar los movimientos de los grupos locales. Por instrucción del Consejo Nacional de Morena ningún funcionario público surgido de ese partido podrá intervenir en el proceso, pero los aspirantes requerirán del cobijo de las estructuras y esas las controlan los actuales servidores públicos y personas claves de los gobiernos morenistas.

 

EL PRI EN SU LABERINTO

El que pasó un agrio festejo el Día del Padre fue el presidente municipal del PRI en la capital, Sebastián Hernández Orozco, a quien le recordaron en pleno zócalo que forma parte de la larga lista de políticos que se han hecho ojo de hormiga con el pago de la pensión alimenticia. Lo peor es que el presidente estatal del tricolor, Néstor Camarillo Medina, ya le habían pedido la separación del cargo a dicho sujeto, pero también se hizo ojo hormiga. A raíz de que se conoció la denuncia de la expareja del priista, el dirigente municipal del expartidazo difundió unas grabaciones en las que sugiere que era víctima de una extorsión. Estamos frente al mejor ejemplo de un sujeto que no sabe cómo actuar con rectitud en un partido podrido. Si no tiene nada qué deber, que presente una solicitud de separación temporal en lo que aclara la situación y reintegrarse a su cargo. Pero prefiere jugarle a que el escándalo pasará sin darse cuenta que se convirtió, por su propia indolencia, en un activo.

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