El fiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, informó que no han sido notificados sobre el deceso de José Christian N., conocido como El Grillo, exjefe criminal que operaba redes de narcomenudeo desde el mercado Morelos, por lo que, para extinguir la sanción penal en su contra, primero deberán recibir una circular con el informe sobre la muerte.
Higuera Bernal detalló que la Fiscalía participará en la audiencia en la que se tomará la decisión de extinguir la acción penal en caso de confirmarse el fallecimiento, no obstante, hasta el momento la única información es sobre el hecho mismo que fue comunicado por las autoridades penitenciarias.
“Tenemos noticias por las autoridades penitenciarias del hecho, sin embargo, no será hasta que la autoridad Judicial reciba la notificación expresa directa concreta del fallecimiento de José Christian Romero para que tenga efecto la extinción de la sanción penal”, sostuvo.
Lo anterior, luego de que el pasado martes, tras haber permanecido tres años en prisión, José Christian N., El Grillo, murió en el Cefereso de Oaxaca; era uno de los principales generadores de violencia en la ciudad de Puebla y cuyas operaciones se centraron durante varios años en el mercado Morelos.
Trascendió que la causa de la muerte fue un infarto agudo al miocardio, un problema de salud que arrastraba José Christian N. y que empeoró la noche de este lunes.
El jefe narcomenudista había sido capturado el 24 de junio de 2019, en la alcaldía de Xochimilco de la Ciudad de México, acusado de los delitos de secuestro agravado y triple homicidio calificado ocurrido durante un operativo coordinado por policías estatales y federales.
Christian N., tras su captura, cedió el control de la actividad a su pareja sentimental, Carolina N., La Patrona, cuyas operaciones continuaron en Puebla, San Andrés Cholula y Amozoc, aunque años después también fue detenida.
A El Grillo se le asociaba con al menos una decena de casos de personas desaparecidas, entre ellos el de un elemento de la policía estatal que, el 16 de marzo de 2019, estuvo en cautiverio en un domicilio de la colonia Cristóbal Colón, lugar en el que presumiblemente ocultaban y sepultaban restos humanos.
El 30 de marzo de ese mismo año, el cuerpo sin vida del elemento de la policía estatal y de otras personas más fue trasladado en un camión de volteo al municipio de Amozoc, donde la fiscalía halló múltiples cuerpos en estado de descomposición.