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jueves, noviembre 21, 2024

Los perdedores de la puja por la gubernatura y los premios de consolación

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Los protocolos de la sucesión presidencial seguramente bajarán de idéntica manera en los procesos internos de Morena en los nueve estados en los que habrá elecciones en 2024.

Todos los aspirantes a gobernadores, pues, habrán de dejar sus cargos en aras de ser encuestados.

Y más:

Aceptarán las nuevas reglas del juego.

¿Qué significa esto?

Que el segundo lugar —en el caso poblano— tendrá la opción de irse al Senado a través de la lista nacional.

El tercero podrá ser plurinominal en la lista de candidatos a diputados locales para convertirse en el líder de la siguiente legislatura.

Y el cuarto lugar tendrá una cartera de privilegio en el gabinete del ganador.

Si a nivel nacional ésa será la ruta, todo indica que la regla se tropicalizará.

 

 

Moneros unidos contra Ebrard. El Monero Hernández publicó un cartón en La Jornada en la que Marcelo Ebrard se mira al espejo y ve reflejado el rostro de Ricardo Mejía Berdeja, ex candidato del PT a la gubernatura de Coahuila.

Días atrás, muy cotidianamente, el filósofo y también monero, Rafael Barajas, “El Fisgón”, se le fue con todo al exsubsecretario de Seguridad Pública que osó enfrentar a Morena en ese estado del norte del país.

En los dos casos, hay un afán muy obsequioso de golpear a los enemigos de la 4T.

O lo que ellos creen que son sus enemigos.

A Ebrard ya lo metieron en ese saco.

Y no es cualquier cosa.

Barajas se ha vuelto un sargento stalinista del movimiento.

Desde su cargo de catequista, todos los días pontifica, excluye y/o santifica.

Los cartones de él y sus seguidores —todos los que hacen El Chamuco TV— dan la pauta de la quema de brujas que viene.

En el caso de Mejía Berdeja, era previsible la descalificación, no así en el caso de Ebrard.

El cartón de este miércoles es la señal de que van por el aún secretario de Relaciones Exteriores.

Mejía Berdeja fue quemado en vida y acusado de protopriista.

Ya se ve venir una campaña similar en contra de Ebrard.

Si los catequistas ya lo traen en la mira, lo que sigue es previsible.

El mensaje del cartón del Monero Hernández significa, en pocas palabras, que Ebrard está por convertirse en el próximo traidor.

De un tiempo a esta parte he regresado a ver los cartones de los moneros de La Jornada.

Volví a ver su trabajo porque alguien muy avezado en las lides de la alta política me dijo que lo hiciera para detectar de qué lado masca la iguana.

En ese ámbito suele iniciar la cena de negros en la que los enemigos del movimiento son el plato principal.

Como buenos sargentos stalinistas, los moneros ya tocan los tambores.

Por cierto: Ebrard acaba de confirmar con su anunciada renuncia que trae el gen de Manuel Camacho Solís, su maestro y mentor.

En una sucesión similar —la de Carlos Salinas de Gortari—, Camacho —el hermano del presidente— esperaba que su jefe y amigo lo destapara como el candidato del PRI a Los Pinos.

Al optar Salinas por Luis Donaldo Colosio —su hijo político—, Camacho se radicalizó y polarizó el proceso.

Con su reciente gesto, Ebrard —el hermano político del presidente López Obrador— está iniciando su propio Camino de Santiago: un camino de ruptura y no de reflexión espiritual.

Sabe que Claudia Sheinbaum —la hija política del presidente— será la elegida, y no está dispuesto a tolerarlo.

29 años después seremos testigos de un escenario similar.

El golpe avisa.

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