Pese a ser sancionada por ejercer violencia política de género en contra de una mujer por el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) y esperar la ratificación de la sanción por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Claudia Rivera Vivanco no ha quitado el dedo del renglón en violentar a Yasmín Flores Hernández, exconsejera jurídica del Ayuntamiento poblano que inició una lucha jurídica en su contra para que sea castigada.
Desde finales de enero, cuando el TEEP emitió la sanción en donde se ordenó su registro en el Catálogo de Personas Sancionadas por Violencia Política de Género y emitir una disculpa pública, Claudia Rivera y su equipo de colaboradores cercanos no han dejado de revictimizarla con declaraciones y hostigamientos en redes sociales.
Para la abogada y exconsejera jurídica del Ayuntamiento han sido incluso más intensos los ataques en contra de ella y su familia desde que las autoridades electorales y judiciales comenzaron a darle seguimiento y celeridad a su caso.
“Pasé 2 años 4 meses siendo objeto de campañas negras en redes sociales, pero se agudizaron después de la resolución (del TEEP) eso sí debo decirlo, si ustedes se meten a las redes sociales se pueden dar cuenta de todos los comentarios que hay y lamentablemente es el equipo de la exalcaldesa el que no ayuda”, apuntó Yasmín Flores.
Aunque expuso que gran parte del problema ha sido el círculo cercano de colaboradores de la expresidenta municipal la que la agrede, la propia Claudia Rivera lo ha fomentado con declaraciones en su contra, mismas que el equipo legal de Yasmín Flores ha recopilado y llevado a la Sala Regional Ciudad de México del TEPJF para que las tengan presentes cuando resuelvan las impugnaciones que presentó la morenista.
“Creo que las declaraciones de ella tampoco ayudan, ha sido una constante desde el 27 de enero a la fecha que no ha habido un día en el que me dejen de atacar, todos los días hay un ataque, y sin contar las amenazas que me hacen de manera anónima y que no tienen el valor de dar la cara”, añadió.
La exalcaldesa morenista ha utilizado ruedas de prensa y declaraciones en entrevistas donde acusa a la exconsejera de prestarse “a intereses de grupos políticos” para atacarla, hasta estrategias y campañas en redes sociales para desprestigiarla.
Los ataques iniciaron en marzo del 2020, cuando Flores Hernández se desempeñaba como consejera jurídica de la presidencia municipal, pero al ocupar el mismo cargo que sus compañeros Javier Palou García y Andrés García Viveros como coordinadores ejecutivos, percibía una remuneración 10 mil pesos menor. Rivera Vivanco exigió su renuncia al cargo argumentando que “ya no le funcionaba como consejera Jurídica”, debido a que “necesitaba del carácter de un hombre”.
Tras denunciar el despido injustificado, actos de discriminación, acoso, hostigamiento y violencia política de género, el TEEP la encontró como responsable de ejercer ese tipo de violencia contra las mujeres y entre las medidas de reparación del daño y no repetición estipuló una disculpa pública en favor de Yasmín Flores.
No obstante, Claudia Rivera dejó de lado la parte de no repetición al acusar en rueda de prensa que el caso de la exconsejera jurídica servía a intereses de grupos políticos que se verían afectados con su participación en el siguiente proceso electoral 2023-2024, incluso la tachó de “estar dispuesta a vender su dignidad”.
“Hay gente que está dispuesta a vender su dignidad con tal de tener unos minutos de fama (…) Hay gente que en la dinámica de la política está dispuesta a vender su alma al diablo y esas son prácticas de algunos intereses particulares que quieren estar afectando la imagen de Morena, y entonces les pegan a los perfiles de Morena”, expresó ante medios de comunicación.
A la par de que la exalcaldesa de Morena revictimizaba a Yasmín Flores, su equipo de colaboradores comenzaba una estrategia de amenazas y acoso por redes sociales.
La extrabajadora del Ayuntamiento exhibió que tras el fallo del TEEP recibió llamadas a su teléfono particular donde la amenazaban por ir en contra del proyecto de Claudia Rivera y que tendría que atenerse a las consecuencias.
Expuso que muchas de las llamadas que recibió durante un fin de semana provenían del teléfono de Andrés García Viveros, excoordinador de presidencia del Ayuntamiento vinculado a proceso por el delito de abuso sexual en contra de una empleada.
“He recibido llamadas diciendo que no sé con quién me metí, que saben dónde vivo, y creo que ya estoy acostumbrada a este tipo de situaciones, pero tampoco puedo normalizarlas, y hoy yo hago responsable a la señora (Claudia Rivera) como a todo el equipo de trabajo que ella tiene de lo que a mí me pudiera suceder”, expuso Yasmín Flores.
La expresidenta municipal de Puebla volvió a victimizar a su exconsejera jurídica al señalar que su litigio en contra de ella solamente se trata de un tema político para perjudicar la imagen de Morena, a pesar de que en ningún momento se hacía alusión a su relación partidista.
“Estas intentonas buscan que no pueda seguir participando en la representación popular, que no pueda levantar la mano para seguir defendiendo los derechos, así ha sido el conservadurismo en todo el país y así lo están haciendo de golpeteo a Morena, no una persona sino grupos que tienen intereses mezquinos y que buscan como ir mermando esa credibilidad”, reviró Claudia Rivera.
A pesar de intentar deslindarse de los ataques en contra de Yasmín Flores, en la red social Twitter usuarios y cuentas de bots comenzaron a agredirla en sus publicaciones con señalamientos de género y misóginos.
Incluso, seguidores de la exalcaldesa de Puebla crearon una cuenta falsa en Twitter para hacerse pasar por ella con el fin de realizar publicaciones de parodia y perjudicar su imagen, situación que Yasmín Flores denunció ante la Fiscalía Especializada en Delitos Cibernéticos para detectar el origen de los ataques, por lo que la Policía Cibernética inició con un monitoreo permanente desde su cuenta personal.
La última estrategia en contra de la abogada la reveló el periodista Alejandro Mondragón, quien adelantó que el equipo de Claudia Rivera —Andrés García, Damián Romero y Roberto Zataraín— emprendería una campaña de desprestigio en su contra para señalarla de “violentadora”.
Los simpatizantes de la exalcaldesa ofrecieron sumas de 100 mil a 200 mil pesos para que proporcionen audios, conversaciones de WhatsApp y fotografías para editarlas y hacerlas pasar como pruebas. Al hacerse pública esta intentona de los claudistas la campaña ya no se lanzó.
