Ahora sí, comenzó la temporada de zopilotes. Es la feria de los destapes y manifestaciones sobre la candidatura a la gubernatura en 2024. Todo se ha acelerado a un ritmo que se ha convertido en una chunga. Esta temporada de zopilotes se repetirá después en las definiciones de los candidatos a presidentes municipales. Detrás de esta fiebre de aspirantitis existe un propósito sencillo: Subirse a la ola para ver que se puede sacar. A nuestros oídos, una vez llegó una historia singular sobre este fenómeno. El lugar fue San Pedro Cholula. Corría el año 2015 y Juan Pablo Jiménez Concha era el mejor ubicado en las encuestas; había generado un movimiento importante a su favor en aquel lugar, pero su verdadero problema era cómo lidiar con ¡13 aspirantes del PRI a la presidencia municipal! Salvo Jiménez Concha y su verdadero adversario que era un solo político, el resto era lo que se conoce como la pipitilla de la política. Regidores en activo, exregidores, líderes de comerciantes, dirigentes de organizaciones de dudosa existencia y rémoras que formaban parte del Comité Directivo Municipal. Todos se caracterizaban por una sola cosa: No tenían más poder que su propia presencia y unos cuantos grupitos regados por el municipio. La idea de estos oportunistas era alzar la mano para la candidatura y como sabía que no se las darían, entonces, comenzaba el verdadero juego: negociar para ver qué sacaban. Unos iban por cargos en la siguiente administración, otros por un lugar en la planilla de regidores y otros muchos más por dinero como única salida. Hubo un sujeto de una junta auxiliar que se atrevió a pedir ¡3 millones de pesos!, para dejar el camino libre. Hoy, cambie el nombre del partido a Morena, observe cuántos andan muy entusiastas levantando la mano y cuántos realmente tienen posibilidades. El resto, hipócrita lector, son como las rémoras cholultecas que van por el dinero.
PUEBLA DE MIS ALBORES
Y ya que estamos en temas de Morena, resulta que hace unos días la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores González, se sumó a la cargada de aspirantes por la gubernatura de Puebla y, para ello, un grupo de morenistas y fundadores del partido en la entidad aprovecharon el guiño para anunciar la creación de un grupo que apoyara las aspiraciones de la secretaria de Estado. El pequeño problema es que sus promotores surgieron de un grupo de militantes sectarios a muerte que se encontraban muy cohesionados hasta que llegó Miguel Barbosa Huerta y le arrebató el partido. Luego, el senador Alejandro Armenta Mier terminó por descuajarlos al sumar entre sus filas al primer candidato a la gubernatura del partido guinda, Abraham Quiroz. La otra realidad es que si bien algunos que simpatizan con Albores González son prominentes académicos de la BUAP, en los hechos carecen de fuerza, influencia o estructura para respalda un proyecto tan ambicioso como una candidatura a la gubernatura. Así pues, todo indica que este barco que se anunció con bombo y platillo huele más a naftalina y buenas intenciones que en un respaldo serio.
UN SEÑOR MUY MENTIROSO
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud federal, no cabe que es un mentiroso compulsivo. Hace unos días, en su visita a Puebla, hizo un reconocimiento a la entidad porque fue uno de los mejores estados que articuló las instrucciones federales para el combate a la pandemia. La realidad es que para que Puebla fuera un caso de éxito en la forma de combatir la emergencia sanitaria se hizo todo lo contrario a lo que el patiño de la pandemia recomendó. ¿Acaso ya se le olvidó que en más de una ocasión fue exhibido públicamente por su incapacidad y torpeza por el gobierno estatal?