El deslinde del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina respecto a la decisión del Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla de renovar el patronato de la Fundación Mary Street Jenkins permite avizorar que el pleito al interior de la familia Jenkins de Landa seguirá y seguirá por largo tiempo. Al designarse a los nuevos patronos, dicha institución de beneficencia dejó de estar encabezada por Juan Carlos Jenkins de Landa, quien, junto con sus hermanos y madre, tiene órdenes de aprehensión federales y locales, motivo que llevó a su destitución. Eso provocó que el clan -que se encuentra prófugo en Estados Unidos- a emitir un comunicado en el que demandaron al gobierno del estado iniciar un diálogo para supuestamente exhibir las irregularidades cometidas por la Junta para el Cuidado de las Instituciones. Pero la respuesta del mandatario estatal fue puntual: “Quiero reiterar que el gobierno es y será muy respetuoso de los asuntos legales que se estén dirimiendo en otra cancha, no es un tema del Estado, no está en la agenda del Estado”. En otras palabras, la gestión estatal no tiene vela en ese funeral y es un asunto que deberá dirimirse en las instancias correspondientes. Habrá que ver si los Jenkins de Landa sacarán de nueva cuenta a sus gritones de la ultraderecha para generar ruido. Será interesante ver a los Rodríguez Regordosa defender sin tapujos a la familia que está acusada de presuntamente desfalcar a la institución de beneficencia más importante de Puebla.
OBSCENIDAD MAGISTERIAL
Por un medio de comunicación medio trasnochado nos enteramos que en las secciones 23 y 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación hay excandidatos a la secretaría general que salieron a denunciar fraude e irregularidades en el padrón electoral. De una vez le aclaramos que esta maniobra de los inconformes tiene como finalidad presionar a la dirigencia nacional y a las cabezas de las planillas ganadores para que cedan espacios, es decir, es una vil estrategia para ver qué sacan una vez que fueron arrollados en las urnas. De todos los que andan de revoltosos destaca Dinorah García Hernández, quien tiene el nada grato palmarés de provocar que dos Congresos Seccionales Extraordinarios terminaran en golpes y en una amplia revuelta de la base magisterial para echar abajo su imposición como secretaria general en 2012 y 2016. El asunto va más allá, debido a que la maestra cuenta con un amplio historial de denuncias de presunta corrupción en su paso por el sindicato. ¿Ahora entiende cuál es el nivel de los “inconformes”?
