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jueves, noviembre 21, 2024

Un espejismo

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La suerte en ocasiones juega: en algunas te favorece y en otras te perjudica o simplemente no te ayuda. 

Tal es el caso del director técnico Nicolás Larcamón, quien siendo en nuestro país un ilustre desconocido, llegó con la misma encomienda con la que han llegado cualquier cantidad de directores técnicos al grupo que maneja al equipo de La Franja, al San Luis, al Atlas, al Mazatlán y que no es otra que ver si es “chicle y pega”. 

Hacerse de un Director Técnico barato, al que le han dado cierto seguimiento y que consideran que trayéndolo quizás puedan dar la campanada, al momento en realidad el único con el que tuvieron el trébol de cuatro hojas fue, como le decía, con Nicolás Larcamón, quien durante dos años “sacó las papas del horno” y no solo eso, sino que logró revivir a jugadores que en el buen sentido de la palabra eran “deshechos” que ya casi no tenían futuro en el futbol mexicano y a varios lograr hacerlos rendir lo suficiente como para que otros equipos voltearan a verlos y en bastantes casos lograron venderlos caros, con lo cual subsanaron los agujeros financieros, que cargaba la escuadra. 

Poco a poco, los directivos que manejan al Club Puebla fueron vendiendo y deshaciéndose de muchos jugadores que jamás fueron reemplazados, lo que significó que la escuadra viniera a menos torneo a torneo, lo cual le empezó a generar críticas al argentino y hubo quienes hasta cuestionaron su estancia en el equipo como si contara con un gran plantel. 

Se empezaron a quejar de los múltiples empates que registraba la escuadra y no se daban cuenta que los empates, para como estaba el equipo, eran grandes resultados. 

Al final, Larcamón decidió irse mediante una renuncia antes de dilapidar la imagen que ya tenía en el futbol mexicano. 

Aquí, en Puebla, hicieron que uno de sus auxiliares (Arce) lo traicionara para quedarse al frente del equipo pensando que era lo mismo y minimizando lo hecho por Larcamón al frente del equipo de La Franja. 

También es cierto que Arce jamás fue pedido por Larcamón y su equipo, sino que más bien se lo impusieron en el cuerpo técnico para que les pasara información arriba de lo que sucedía en el vestidor. 

Lo triste de la historia es que mientras el equipo Puebla se ha venido desmoronando poco a poco y a pesar de haber logrado ganar cuatro partidos y un empate, cuenta con siete derrotas en 12 partidos y con un calendario complicado de aquí al final del torneo, por lo que si Eduardo Arce no logra recomponer las cosas en el vestidor y ante la afición —a la cual tachó de “ingrata” y de no ser aficionados de a deveras—, las cosas se le van a poner color de hormiga en cuanto al ambiente que rodea al equipo pues su puesto al menos hasta el final de la temporada está más que asegurado, como se lo adelanté hace varios meses. 

Se vienen dos partidos complicados que iniciarán el próximo viernes, cuando visiten la frontera norte del país, para enfrentar a los exlobos BUAP, ahora llamados Bravos de Juárez, quienes también han venido dando tumbos y querrán recomponer el camino y meterse entre los 12 menos malos al derrotar al equipo camotero, para después recibir al poderoso e impredecible Toluca de Nacho Ambriz, quienes un día dan un gran partido y vencen al mejor y otro día pierden con uno de los coleros del futbol mexicano, como son los Gallos del Querétaro. 

Sin duda, después de estos dos partidos, sabremos con mucha más claridad si Arce logró recomponer las cosas o si el barco se sigue hundiendo. 

Al día de hoy, el Puebla aún se encuentra en zona de repechaje, pero un par de malos resultados puede ponerlos, hasta quedar en el lugar 15 o 16 de la tabla, por lo que la suma de puntos en los dos próximos encuentros se considera de manera urgente y prioritaria. 

Nosotros estaremos muy pendientes y como siempre veremos y diremos. 

Seguiremos en línea. 

Hasta la próxima. 

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