María Hilda N., presunta responsable del delito de trata de personas con fines de explotación laboral, fue detenida por segunda ocasión este 18 de marzo por parte de agentes ministeriales, luego de haber sido liberada por parte de la jueza Liszet del Carmen Fuentes Trueba.
El Registro Nacional de Detenciones dio cuenta que la implicada fue aprehendida en la calle Adolfo López Mateos, entre las calles Benito Juárez e Ignacio Zaragoza de la colonia San Pedro a la 1:09 de la madrugada.
El cumplimiento de la orden de aprehensión ocurrió después de que el fiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, advirtió el pasado jueves que la mujer sería detenida a la brevedad, luego de que no compartieron el resolutivo de la jueza que la dejó en libertad a pesar de las múltiples acusaciones en su contra por haber esclavizado a mujeres indígenas para labores domésticas.
En su conferencia de prensa de cada jueves, Higuera Bernal rechazó la versión de que María Hilda N. hubiera salido del país, además reveló que la Procuraduría General del Estado de Tlaxcala (PGJE) también detuvo a su abogado por el delito de robo, aunque no dio más detalles de la situación legal que enfrenta el sujeto.
La primera aprehensión de María Hilda N. ocurrió el pasado 9 de marzo, cuando agentes ministeriales la interceptaron en el estacionamiento del Instituto Oriente. Sin embargo, en aquella ocasión salió libre luego de que su defensa argumentó que su detención ocurrió de manera ilegal al ser dentro de una propiedad privada.
A la par, argumentaron que los videos difundidos en redes sociales y medios de comunicación donde se aprecia la detención de la imputada atentaron contra su integridad.
La promesa de María Hilda N. a sus víctimas era un salario digno, apoyarlas con estudios y estadía en su hogar a cambio de trabajos de limpieza en la vivienda, sin embargo, esto no fue así.
Desde al menos hace 15 años prospectaba a mujeres de escasos recursos de la Sierra Norte de Puebla con la intención de encerrarlas en su domicilio, no pagarles por sus trabajos e incluso retenerlas sin brindarles alimento.
Los hechos fueron difundidos por la Red de Formadoras Kualinemilis AC y diversas colectivas, las cuales relataron que hubo diversos casos de víctimas que vivieron bajo el mismo techo que María Hilda N. y sufrieron múltiples vejaciones: quitarles pertenencias como teléfonos celulares para que no se comunicaran con sus familiares o amenazas de muerte como intimidación para que no levantaran denuncias.
Estos son algunos testimonios:
“No me pagaba, no comía y no veía a mi familia”, anónimo, estuvo cinco meses en esclavitud en 2017.
“Me llevó a su casa, prometiendo trabajo, yo tenía mucha necesidad y por eso fui, me dejaba encerrada con llave cuando se iba de vacaciones y no podía comer su comida, nunca me pagó; intenté suicidarme en dos ocasiones con los productos que usaba para limpiar el baño. El día que escapé, una señora que rentaba ahí me ayudó, me salí sin nada, ella me trajo de regreso a mi casa, no pude denunciar porque nadie me iba a creer, en aquel entonces tenía 15 años y tenía mucho miedo”, anónimo, estuvo dos meses hace 15 años.
“Mi mamá también fue víctima de ella y que coraje lo que le llegó a hacer, la llegó a quemar con aceite y le lanzó sus cosas afuera, aparte de quitarle su credencial de elector y tenerla sin comer, ojalá y pague todo el daño que hizo”, anónimo.
