Paulina Enecoiz Garci-Crespo, síndico municipal de Tehuacán, va al Súper con dos escoltas.
Uno mueve el carrito y el otro carga las bolsas.
Detesta al alcalde Pedro Tepole y a sus compañeros regidores porque no la comprenden.
Y es que ella se siente una especie de presidenta municipal alterna o sustituta.
Alguien le dijo —y le dijo mal— que su poder era similar al de Tepole, y que, en consecuencia, tenía la capacidad jurídica como para disputarle privilegios a quien la incluyó en la fórmula de Morena a la alcaldía.
Es por eso que quiere el puesto del presidente y se mete en todas las áreas.
No es la primera síndico a la que le pasa lo mismo.
Hay antecedentes en el pasado reciente.
En Puebla, por ejemplo, Blanca Alcalá tuvo que enfrentar la arrogancia y la inoperancia de su síndico: Román Lazcano.
Todos los días, éste se creía por arriba de la presidenta municipal en todas los espacios posibles.
Su protagonismo se fundaba en elucubraciones delirantes relacionadas con los alcances de su cargo.
Y todo estuvo bien hasta que todo estuvo mal.
En ese momento —manotazo previo de antemano—, Blanca Alcalá dejó de tomarle las llamadas y lo convirtió en un cero redondo impecable.
Redondo, sí, pero un cero a la izquierda.
En Tehuacán, hace algunos meses, Artemio Caballero López, alcalde suplente que entró en lugar de Felipe Patjane, enfrentó a su síndico, Laura Virgina Gallego Sánchez, en un tema de supuesta violación de los derechos políticos electorales de ésta.
Ella, incluso, inició también un procedimiento de juicio contra los miembros del cabildo municipal.
Ufff.
El resultado fue que todo fue desechados por improcedente.
Hoy por hoy, Paulina Enecoiz Garci-Crespo es víctima también del síndrome de los síndicos.
Una declaración suya es elocuente: “Yo no tengo aspiraciones políticas ni intereses económicos, lo que quiero es hacer algo por la ciudad. Por eso le he pedido al presidente que haga las cosas bien, que saquemos adelante esta administración en lo que le resta, pero no he podido trabajar con él”.
Y otra más: “No estoy en contra de los regidores ni del edil, solo estoy pidiendo que se hagan las cosas bien”.
Ah, bueno.
Menos mal.
En el tema del relleno sanitario, la síndico municipal ha caído en contradicciones severas y, en algunos casos, en franca ignorancia.
Vea el hipócrita lector:
El 1 de marzo, ofreció una entrevista a diversos medios de comunicación regionales en la que declaró que desconocía los datos técnicos que sustentan la necesidad de convocar a una licitación para adjudicar un título de concesión del relleno sanitario, y pretendió evidenciar la legalidad del mismo, lo cual pone en entredicho la procedencia legal de este.
Olvida que en una sesión de su odiado Cabildo, a la que no asistió, éste aprobó únicamente lo que tiene que ver con la conveniencia de concesionar la prestación del servicio público de destino final de los residuos.
Sólo eso.
Nada se habló ahí de establecer las condiciones del título de concesión, como ha venido diciendo.
Las condiciones, faltaba más, se derivarán de las bases, la convocatoria, las propuestas y el fallo correspondiente.
Esto implicará un proceso posterior.
Una vez que se cuenten con los términos del título de concesión, éstos serán sometidos a consideración del Cabildo y del Congreso, para que, en caso de su aprobación, se celebre el título correspondiente.
Dicho proceso está establecido en el Capítulo XVIII de la Ley Orgánica Municipal y en los Lineamientos emitidos por el ayuntamiento de Tehuacán.
En otro punto, declara que desconoce los montos a erogar por el servicio, así como lo beneficios a obtener.
En la multicitada sesión, así como en la propia manifestación de la síndico, se estableció que actualmente se erogan 2 millones 200 mil pesos mensuales para llevar la disposición final de residuos al relleno de Ciudad Serdán.
Los montos a erogar se determinarán, faltaba menos, en las bases correspondientes.
Advierte que se desconoce el monto que pagarán los ciudadanos y la cantidad que se deberá cubrir al concesionario.
Esto es obvio, ya que hasta ahora sólo se ha determinado la conveniencia, no así los montos del servicio ni de la inversión del concesionario.
Una y otra vez lamenta que el Congreso del Estado haya efectuado una reunión de trabajo sin que se convocara al Presidente municipal o a ella misma.
Hasta un Niño de seis años sabe que el Congreso está deliberando con base en la propia solicitud del Ayuntamiento derivado del acuerdo de cabildo.
Ufff.
El Síndrome del Síndico Atrevido produce lesiones irreversibles en el lóbulo izquierdo de la administración pública.
Nos queda claro.
Y es transmisible.
Llega Tráfico Puebla. El brillante Benjamín Paz Moreno está por echar a andar un portal denominado Tráfico Puebla, hijo directo de Tráfico Zmg: un medio de comunicación especializado en reportes viales y denuncias ciudadanas.
Su mercado es enorme y viene a cubrir un vacío en esos temas.
No hay en Puebla nadie que nos dé un diagnóstico del tráfico en la zona metropolitana, menos aún de las denuncias que el ciudadano común hace de manera cotidiana.
De lo que se trata es de crear una red que esté monitoreando la zona metropolitana permanentemente.
Para ello, Benyi —como lo decimos sus amigos— está preparando un equipo de reporteros especializados en esas coberturas, mismos que mantendrán informados a los usuarios del portal —a través de las redes sociales— a lo largo del día.
No será un portal con información política, aunque eventualmente harán entrevistas con los aspirantes tanto a nivel nacional como a nivel local.
En esta aventura, Benyi no va solo.
Tiene como socio al creador de Tráfico Zmg: Jorge Veletti.
Benyi fue el creador de La Neta Noticias, un portal que tuvo un éxito sin precedentes en todo el país.
Y a los veinte años creó junto con Emilio Murad hijo una revista que abrió una brecha que muchos caminaron: VIP.
Por cierto: Benjamín Paz tendrá un Consejo Editorial conformado por diversos personajes influyentes en los distintos ramos para darle una mayor seriedad a su proyecto.
Felicidades, querido amigo.
