En Tehuacán hay una síndico municipal con mala memoria y pulsión leguleya que está metida en una guerra en contra del alcalde, la mayoría de los regidores y el Congreso del estado.
Su único aliado es un diputado local que va a contrapelo de los habitantes del municipio, mismos que ya están hartos de que no exista un relleno sanitario que resuelva un problema endémico: el de la basura.
Este diputado, por cierto, fue de los que calló con sus aplausos, hace unos días, el discurso de una víctima de un ataque de ácido en pleno Congreso.
¡Qué grupito!
Vea el hipócrita lector esta historia:
El 3 de enero de este año, el Cabildo de Tehuacán aprobó por diez votos a favor concesionar por siete años la disposición final de residuos.
La recolección de la basura la seguirá realizando el Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSELITE).
Lourdes Mendoza, regidora de Ecología, habló ante la prensa de lo oneroso que resulta para el ayuntamiento presidido por Pedro Tepole el traslado de los residuos hasta Ciudad Serdán
Advirtió que después de que el Congreso autorice la propuesta iniciará el proceso de licitación.
Una vez que el tema llegó al Congreso, el pasado jueves 2 de marzo, el diputado Fernando Sánchez Sasia dijo que el proceso de licitación es irregular, pese a que ni siquiera se ha emitido la convocatoria.
De nada valieron los argumentos de algunos diputados en el sentido de que el relleno representará un ahorro para el ayuntamiento, pues Sánchez Sasia votó en abstención después de desgañitarse en varios momentos.
Por mayoría de votos, los diputados aprobaron que el Ayuntamiento concesione hasta por siete años el servicio del relleno sanitario.
Jorge Estefan Chidiac enfatizó que no había nada amañado.
La iniciativa, por cierto, fue remitida al Congreso el 22 de febrero por Julio Huerta Gómez, secretario de Gobernación, por acuerdo del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
El resultado de la votación fue de treinta votos a favor, tres en contra y cuatro abstenciones.
Con ello, el Ayuntamiento de Tehuacán fue autorizado para otorgar por siete años la concesión del servicio público de tratamiento y disposición final de residuos sólidos urbanos y residuos de manejo especial.
Hay que decir que Sánchez Sasia aprovechó la discusión para evidenciar su fobia en contra del alcalde Pedro Tepole.
Durante esa sesión, pero en otro punto, el diputado de Tehuacán calló con aplausos a la saxofonista María Elena Ríos, víctima de un ataque de ácido en Oaxaca, quien agradeció desde las galerías la promulgación de la Ley Malena —legislación que lleva su nombre.
Sánchez Sasia y otros diputados se molestaron porque la artista oaxaqueña hizo uso de la palabra y la callaron a punta de aplausos.
Ése es nivel de este personaje.
Volviendo al tema del relleno, Joel Paz Ornelas, director del citado Organismo Operador del Servicio de Limpia, dijo a los reporteros que lo entrevistaron que el proyecto contaba con sustento ambiental, técnico y financiero.
Y habló de la parte financiera: “Contar con un relleno sanitario significaría un ahorro para el municipio, pues actualmente se pagan al mes 450 mil pesos por depositar los residuos en el relleno sanitario de Ciudad Serdán”.
En respuesta a lo ocurrido en el Congreso, Paulina Enecoiz Garci-Crespo, síndico municipal de Tehuacán, dijo estar cansada de las acciones de Tepole.
También se dijo sorprendida por la decisión de los diputados locales.
Y algo más:
Dijo desconocer la información que sustenta la solicitud al Congreso para que autorice concesionar el servicio.
Hay que decir que la síndico estuvo enterada de la sesión de Cabildo realizada el 3 de enero, a la que por cierto no asistió.
En ese sentido: sabe perfectamente que en dicha sesión se abordó el Dictamen de la Comisión respectiva, en la que consta la información que jura no conocer.
Ufff.
Hay más de esta trama, misma que continuará en mi próxima columna.
En memoria de la joven voladora de Huauchinango. La caída de María Rita paralizó a todos.
Los videos la muestran cayendo al vacío mientras la reina de la Feria de las Flores de Huauchinango sonríe a los fotógrafos.
María Rita, de 19 años de edad, iba viajando a la muerte mientras Elizabeth II, de la misma edad, vivía el momento más feliz de su vida.
Qué paradoja tan cruel.
María Rita buscaba llegar a lo alto del Palo Volador para rendirle un homenaje a los cuatro elementos de la naturaleza: el fuego, el agua, el aire y la tierra.
La tierra: el principio y el fin de todas las cosa, según Jenófanes de Colofón, poeta y filósofo griego.
Para María Rita, joven integrante de los Hermanos Águila —grupo de voladores fundado por don Bulmaro Maldonado—, ese ritual interrumpido fue el principio y el fin de su vida.
Y en esa caída quedó simbolizado el eterno vuelo del águila.
Un vuelo, éste, hacia la muerte.
Descanse en paz.
