Parecería que, en este juego, los protagonistas y los espectadores están ávidos de ver futbol sobre el campo: jugadas, atajadas, goles. Así se tendría que resumir el juego, que su accionar sea lo más importante.
La resultante en muchas partes del mundo, entre ellas México, es que hay otro tipo de futbol y que sus decisiones y lógicas, muchas veces viscerales, darán entrada a lo que los protagonistas, los jugadores, y los aficionados, presenciarán cada fin de semana.
En Europa se discute que la UEFA tiene secuestrado el juego y que la liga inglesa es culpable de esta acción. Asociaciones como la española, la italiana, la francesa, por citar alguna, en nada están conformes con la UEFA. En México, no podía ser de otra manera, salen voces, algunas veces con autoridad por su peso dentro del país, en lo económico, y otras, que también tienen tienes su peso por el hecho de pertenecer, pero con la particularidad que solo ven por sus intereses.
Mi hipótesis, comprobada por los hechos, se refiere a que el Grupo Televisa toma la última palabra, pero muy junto a ella, está el Grupo Azteca, que juntos, tienen los derechos de las transmisiones de los juegos de la selección y para conservarlos, reparten un pedazo del pastel a grupos pequeños y nuevos, que de alguna forma, pueden hacerle sombra a la posición que tienen las televisoras.
De esta forma, el Grupo Caliente de Tijuana deja que en su multipropiedad de equipos, se meta un recomendado del grupo Televisa: al Querétaro, y desde ese puesto, se le impulse a ser director de selecciones. Entonces el Grupo Caliente pide a cambio poder poner a un técnico, que ni por casualidad estaba en la quinteta de posibles substitutos al puesto, pero sí estaba en el equipo del socio del grupo caliente, el señor Coca. Desde ese puesto de seleccionador nacional, una y mil cosas pueden hacer, pero se sentirán incluidos y en nada se meterán con los famosos derechos. Al final, todos contentos.
Después viene el Grupo Orlegui, que tiene como socio al Grupo Azteca y también dueño de los derechos. Ellos no quieren quitar la multipropiedad y no quieren ascensos ni descensos. Lo dicen, hasta cierto punto muy tibios, pero al estar aliados al Grupo Azteca, su jefe, el señor Salinas, se manifiesta abiertamente a favor de esta idea, categórico, contundente, con datos, comparando situaciones reales pero que en nada tienen que ver con lo que es el futbol mundial y las bases del éxito.
El argumento del señor Salinas se refiere a que sin ascenso ni descenso los dueños podrán hacer más inversiones sin arriesgar a que el día de mañana todo este capital se vaya por la borda al descender y pone como ejemplo la NBA, la MLS, la NFL y todas las ligas profesionales que se juegan en USA. Argumentos válidos pero que nada tienen que ver con lo que es el futbol mundial.
Para mi forma de pensar, las ligas americanas tienen tres puntos básicos y que sustentan su forma de llevarlas: todos los equipos de cualquier deporte, son socios de su agrupación, socios, entonces todos ven por el beneficio de su liga. Como número dos, todas las ligas tienen espectáculo que ofrecer y como consecuencia de las dos primeras, el negocio a alta escala lo tienen seguro: sociedad, espectáculo y negocio es su bandera. Todo ello sustentado en el ingreso per cápita que se tiene en USA.
En México, en la liga MX, las sociedades de los supuestos 18 dueños no existen, primero porque no son 18, son 14 y segundo, por la cantidad de interese que existen, a manera personal y que provocan que cada uno vea por los suyos. Del espectáculo estamos lejos por la calidad de los exponentes y por el poco alcance que se tiene dado el ingreso menor en las masas. Entonces, lo económico tiene que estar sustentado en grandes empresas que transforman el gasto del equipo en menor pago de impuestos. Todo lo anterior dicho con sustento y datos, se puede discutir, pero lo que no se puede es ser autoritario e insultar al que no te dé la razón.
Para finalizar, el punto deportivo, que tendría que ser el más importante. El modelo de accionar que se pretende, rompe con todo el espíritu del deporte: el que lo hace bien triunfa y el que lo hace mal pierde, entonces la pirámide aspiracional crece y motiva, como base del deporte, en ser mejores y se caes, te reinventes y tratas de hacerlo mejor, como la vida misma. Si estoy seguro que el negocio está en USA, pero lo tienes que enfrentar con tus bases, mismas que dicta el deporte como medio de desarrollo y de educación y no como medio de conveniencia en tu pequeño coto de poder.
