I
Mario Alberto Mejía estaba al frente de Sexenio-Puebla, un periódico virtual que forma parte del Grupo Sexenio Comunicaciones fundado por Gerardo Islas, cuyos cimientos fueron puestos por su abuelo: Don Ángel Islas Quiróz.
Allí continué con mi columna “El Guardián del Diván” en la que reseñaba libros, principalmente, y habla de temas de índole cultural; la cual se publicó de finales de marzo de 2011 hasta octubre de 2014 en dicho espacio.
II
Durante mi paso como estudiante de Lingüística y Literatura Hispánica de la FFyL de la BUAP, a la par que escribía columnas en los diversos periódicos y/o portales en los que me fue abriendo espacio Mario Alberto Mejía también fui organizando presentaciones de libros con escritores renombrados; y sí, mi columna fue vehículo para promover y difundir mis actividades.
Tal vez por eso, en algún momento, me escribió Gerardo Islas para invitarme a unirme a s su equipo de trabajo y encargarme de temas culturales. Recientemente me había aceptado formar parte del equipo de Moisés Rosas Silva, toda una institución en el ámbito cultural de México, y yo aún me sentía “verde”; y le comenté a Gerardo Islas que aún no lo consideraba adecuado y necesitaba seguirme preparando.
III
En el marco de las Fiestas Patrias de 2014, en el renovado Centro Expositor -por invitación del Gobierno que encabezaba Rafael Moreno Valle- Miguel Bosé ofreció un concierto.
Casi de último momento, me regalaron boletos para ir al concierto en una de las zonas exclusivas que se habían instalado. Fui en compañía de una amistad que le gustaba mucho Bosé.
A punto de entrar en la zona indicada, me encontré a Gerardo Islas -iba con su pareja: la actriz Sherlyn– y se detuvo a saludarme con singular afecto, vio mis boletos y me preguntó si ya tenía gafete, pues para esa zona se iba necesitar; le respondí que no y sin dudarlo dijo: toma los nuestros, yo no los voy a necesitar. Después le pedí una foto del recuerdo.
Para algunos podrá parecer cursi o ridícula esta anécdota; para mí es un momento que me hizo notar su sencillez, su fraternidad y un sincero aprecio hacia mi persona.
IV
Un familiar, en redes sociales, denostó, criticó el que me atreviera a llamar amigo a Gerardo Islas, citó un tweet del 17 de septiembre de 2014:
-Aguas!!! Alguien a hackeado tu cuenta y está subiendo fotomontajes, incluso te pone dando coba y de aplaudidor. CUIDADO!!!
-nadie me hackeo. Gerardo Islas es amigo. Las amistades van siempre por encima de las diferencias políticas.
No pongo el nombre del familiar por privacidad.
Sí algo me ha enseñado la vida es que las amistades (sinceras) siempre van por encima de ideologías políticas, religiosas, culturales, deportivas y anexas; las que no son capaces de sobrevivir a eso, no sirven, no funcionan.
Por cierto, Gerardo Islas le dio me gusta a mi respuesta.
V
Siempre me quedé y quedaré con la duda: qué habría pasado si hubiera aceptado sumarme a algo que desconocía (y aún desconozco): la vida de un partido político, desde la perspectiva cultural.
Tampoco tendré la oportunidad de conversar con él sobre el camino que he andado en el ámbito cultural y su visión de país que tenía.
VI
Gerardo Islas Maldonado murió joven y con muchos proyectos en puerta.
Mario Alberto Mejía ya describió quién fue y lo hizo de forma poética.
Gerardo Islas es y será, probablemente, de los pocos políticos que fue despedido, con buenas palabras, tanto en el ámbito del espectáculo como en el de la política.
Lo aquí escrito sólo busca abonar a todo lo bueno que se ha dicho de él.
Mi pequeño, sincero y cariñoso homenaje.
Fuera de lugar
México necesita más mujeres y hombres con los ovarios y huevos, respectivamente, de la Diputada Federal Eufrosina Cruz. ¡Qué privilegio haberla visto, escuchado y conocido en la presentación de su libro Los sueños de la Niña de la Montaña, en Profética!
¡Felicidades a Mario Riestra por haber organizado el evento!
¡Y felicidades a Blanca Alcalá y Nadia Navarro por su participación!
