En menos de dos meses, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina ha demostrado las tablas políticas suficientes para entrar al complicado mundo de la política nacional.
Y en ese mismo lapso ha tenido tres encuentros con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Nada mal para quien sus odiadores le endilgaban el sambenito de que estaba ausente, lejano, casi en el ostracismo del corazón de Palacio Nacional.
Los hechos han desmentido a los que apostaban porque al gobernador sustituto le fuera mal.
Intoxicados con su propia bilis, los integrantes de la camarilla que quieren el regreso de los privilegios a costa del desarrollo del estado, tuvieron que comerse sus palabras y escuchar la emblemática frase dictada por el presidente López Obrador: “Hay que apoyar a Sergio Salomón porque si a Sergio Salomón le va bien, a Puebla le irá bien”.
Espaldarazo traducido en machetazo a caballo de espadas.
La extraordinaria relación entre el gobernador poblano y la elite nacional quedó de manifiesto en dos actos importantes: La LXIII Reunión Ordinaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores y la ceremonia conmemorativa del 106 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917.
Dichos actos oficiales tuvieron lugar en el estado de Querétaro y reunieron a la élite nacional. En esos pasillos se movió Sergio Salomón y lo mismo conversó con el mandatario federal, como con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, o el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández.
En dos meses, el mandatario poblano se ha abierto brecha, con todos las condiciones adversas, en una élite difícil como es la Cuarta Transformación; con mucho oficio, inteligencia y generosidad logró tener interlocución y abrir las puertas del Edén.
Se dice fácil, pero hay gobernadores que llevan años intentando abrirse un espacio en el azaroso mundo de la real politik mexicana que inició en 2018.
La fortaleza de Céspedes Peregrina es evidente y echa por la borda cualquier suspicacia que han intentado sembrar en su contra.
Puebla, como bien lo ha dicho el propio mandatario, nunca atravesó por un instante de vacío de poder o ingobernabilidad pese al duelo y dormir que se vivieron en la entidad.
Hoy, a menos de dos meses de arribar al poder, Sergio Salomón lleva el tercer encuentro al hilo con AMLO y nadie tiene dudas en el epicentro del poder de la 4T, quién es el jefe político de Puebla.
