El espaldarazo público que el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina ofreció a las aspiraciones políticas de su secretario de Gobernación estatal, Julio Huerta Gómez, terminó por reacomodar el tablero del ajedrez político en la entidad poblana.
Tras el deceso del gobernador Miguel Barbosa Huerta lo primero era impedir que el grupo político perdiera el poder. Eso provocó fuertes roces con diferentes actores nacionales. El actual mandatario no perdió un minuto y comenzó el tejido fino para recomponer las relaciones.
Primero visitó a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Después, tuvo un contacto directo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y, en dos ocasiones, realizó sendos cónclaves con el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández.
El resultado está a la vista de todos. Sergio Salomón sacó al animal político que lleva dentro y logró una jugada de tres bandas: Mantiene su relación intacta con la corcholata preferida de Palacio Nacional, mientras que con Adán Augusto inició una extraordinaria relación, quien sabe que para sus aspiraciones presidenciales necesita de todos, incluido el senador Alejandro Armenta; y el barbosismo cuenta con un gallo definido para el 2024.
Adán Augusto López fue el encargado de poner quietos a Alejandro Armenta y al diputado federal Ignacio Mier Velazco a fin de que el gobierno del estado tome su cauce y pueda trabajar sin estar en medio de una guerra innecesaria.
Estos momentos, aunque algunos no lo quieran entender, son tiempos de paz. Céspedes Peregrina y su gabinete requieren centrar su atención en continuar con los proyectos y estrategias, así como imprimir su propio sello.
Así pues, el hecho de que el gobernador respaldara abiertamente a Julio Huerta como uno de los aspirantes a la gubernatura en 2024 cierra la primera etapa de la sucesión que había adelantado Miguel Barbosa Huerta. Ahora, la lógica y los tiempos son diferentes. Es más complejo para el equipo barbosista, pero no imposible.
De ahí que el espaldarazo fuera acompañado por la importante acotación “aún no son los tiempos”, que se sumó a la frase “los poblanos no merecen ninguna distracción de parte de su servidor”, por parte de Julio Miguel Huerta.
Y así es: No son los tiempos ni es momento de guerra.
En otras palabras: Quien quiera la candidatura que se ponga a trabajar, deje la grilla y los ataques.
Para nadie queda duda que el gobierno de Sergio Salomón Céspedes es legal y legítimo, ahora va por la construcción de una identidad con los ciudadanos. Por eso no le extrañe ver que tomé decisiones tan ambiciosas como lanzar un Plan Estratégico de Seguridad, en el que los municipios serán los primeros responsables del combate a la inseguridad y tendrán el acompañamiento permanente de la administración estatal para la capacitación y equipamiento de los uniformados.
En esta estrategia, el gobernador pretende profesionalizar a los presidentes municipales del estado y orientarlos en la necesaria presupuestación para seguridad pública. Estamos en un tiempo en que es más importante un peso para garantizar el combate a los delincuentes que una obra pública. Difícil, pero real y bien administrado, el presupuesto alcanza para todo lo prioritario.
Otro ejemplo es la trascendental reunión del Sistema Estatal para la Prevención, Atención y Erradicación de Violencia contra las Mujeres, efectuada este miércoles, y en la que se definió una docena de acciones interinstitucionales que permitan crear la estructura de gobierno capaz de dar respuesta efectiva y eficaz a este grave problema, pero también es una muestra evidente de empatía y solidaridad con este sector social fuertemente agraviado.
Esto y más cosas veremos en los meses que siguen.
Trabajo mata grilla y la administración de Sergio Salomón Céspedes Peregrina va por demostrar de lo que es capaz para honrar el legado de Miguel Barbosa… incluido tener a su lado al gallo de esa nueva clase política.