El deceso del gobernador Miguel Barbosa Huerta y la quirúrgica unción de Sergio Salomón Céspedes Peregrina propiciaron un reajuste de las condiciones políticas en el estado. El saldo para el equipo político del oriundo de Zinacatepec es extraordinario: retuvieron el poder pese a la cascada de embates en contra de los diputados locales y se afianzó la relación con la Federación.
Y, por si eso no fuera suficiente, Julio Huerta Gómez es el nuevo jugador en la sucesión con miras a 2024, al convertirse en el aspirante natural a la gubernatura de la nueva clase política que da vida a la estructura barbosista.
El secretario de Gobernación estatal tiene frente a sí una ardua tarea que lo mismo está ligada en mantener la gobernabilidad y estabilidad en la entidad, pero también mantener viva la estructura creada por Miguel Barbosa que es la única con la competitividad para ganar.
Al ser el que mejor conoce los hilos de la estructura, el cobijo de sus compañeros de partido y liderazgos se produjo de manera natural, aunque para eso tuvo que contar con el respaldo único del gobernador Sergio Salomón Céspedes.
Ambos han creado una dinámica plagada de generosidades, reconocimiento mutuo y sabedores que son parte de la nueva clase política que hereda el le- gado de Barbosa Huerta, pero con el entendimiento de que el encargado de dar continuidad y potenciar esa herencia es el actual mandatario estatal.
Todavía falta mucho para definir al candidato a la gubernatura de la coalición Morena-PT-Verde, aunque el año nos sorprendió constriñendo —por ahora— la carrera a tres personas: Julio Huerta, Alejandro Armenta e Ignacio Mier.
Por eso no es gratuito que el presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República lo subiera a la contienda. “No es una competencia de dos, yo quiero decirles que Julio Huerta aspira y está fuerte, abusados. Hay que decirlo: Julio Huerta as- pira, es un cuadro extraordinario, valioso que tiene los merecimientos, toda la posibilidad de participar y de crecer”.
Jiribilla o no, el senador entiende que el nuevo escenario político transita con sus propias reglas y en esa condición Julio Huerta se convirtió en un factor al que no se debe perder de vista.
