El gobernador Miguel Gerónimo Barbosa Huerta falleció este 13 de diciembre, a los 63 años de edad, a consecuencia de una afección cardiaca derivada de su padecimiento de diabetes.
El deceso fue confirmado, en punto de las 15:30 horas por su compañero de lucha y principal aliado, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
A través de su cuenta oficial, el presidente de México lamentó el fallecimiento del titular del Ejecutivo en Puebla, con quien apenas el 27 de noviembre pasado caminó a su lado en la Ciudad de México, en la mega manifestación en defensa de la Cuarta Transformación, que fue calificada como La Marcha del Millón.
“Lamento mucho el fallecimiento de mi compañero Miguel Barbosa Huerta, gobernador del estado del Puebla. Acabo de hablar con su esposa Rosario, le expresé mi tristeza y hago extensivo mi más profundo pésame a familiares, amigos y a su pueblo”, informó el mandatario federal.
Por la mañana de ayer surgieron diferentes trascendidos sobre el estado delicado de salud del gobernador de Puebla y aunque la noticia causó escepticismo, la confirmación presidencial terminó con las especulaciones.
De inmediato la noticia corrió por todos los medios posibles: redes sociales, portales de internet, grupos de WhatsApp, medios de comunicación locales y nacionales, así como distintas plataformas. Nadie daba crédito de lo ocurrido, debido a que unas horas atrás, la salud del gobernador poblano fue reportada como estable y sin complicaciones, incluso era atendido y vigilado por personal médico calificado.
Barbosa Huerta estaba siendo atendido en el Hospital de Traumatología y Ortopedia de la ciudad de Puebla, donde lo acompañaba uno de sus alfiles y con quien compartía cada mañana espacio en su tradicional conferencia matutina: el secretario de Salud estatal, José Antonio Martínez García.
Sin embargo, la salud del gobernador se complicó al poco tiempo. Aunque el parte médico no se ha dado a conocer todavía, trasciende que pudo tratarse de una afección cardiaca a consecuencia de la diabetes que sufría, por lo que fue trasladado en helicóptero a la Ciudad de México, lugar donde perdió la vida.
Al mismo tiempo que López Obrador dio la noticia del fallecimiento, desde Casa Puebla estaba por comenzar una comida navideña con medios de comunicación que días antes había organizado el gobernador morenista para agradecer a los reporteros por la cobertura anual.
Allí, la directora de Comunicación Social y Agenda Digital del gobierno estatal, Verónica Vélez Macuil, confirmó con la voz entrecortada y los ojos enrojecidos el deceso del mandatario, rodeada de los principales amigos y funcionarios que lo acompañaron durante los cuatro años que ejerció el poder público en la entidad.
Después de la conmoción que causó el deceso de Miguel Barbosa Huerta por la tarde de ayer, desde la sede del Congreso local, Verónica Vélez informó a la sociedad poblana que el fallecimiento del gobernador ocurrió por causas naturales, además de que destacó su convicción por acabar con la inseguridad, la corrupción y los privilegios.
“Miguel Barbosa transformó el ejercicio del poder en Puebla, su legado será imborrable al paso de los años. Un hombre del pueblo que, con su ejemplo de trabajo y responsabilidad, nos acompañará por siempre. Con su irrestricta convicción por el cumplimiento de la ley, logró desterrar privilegios, combatió frontalmente la inseguridad y la corrupción, luchó de manera decidida contra la desigualdad, siempre cercano a la gente, ejerciendo un gobierno que engrandece a Puebla”, expresó en nombre de los Tres Poderes del Estado.
En la lectura del comunicado oficial dirigido a la población, también expresó las condolencias a los familiares y amigos del mandatario de 63 años oriundo de Tehuacán, así como recordó su compromiso con su estado y su país.
Miguel Barbosa Barbosa era originario de Zinacatepec, ubicado en la Sierra Negra, a unos kilómetros de Tehuacán, Puebla. Le sobreviven su esposa Rosario y sus dos hijos María del Rosario y Miguel, a quienes aisló de la vida política de la entidad y así poner fin al largo historial de familiares allegados al mandatario en turno que aprovechaban esa cercanía para enriquecerse o apuntalar negocios para sus amigos.
El gobernador morenista arribó a la gubernatura tras el deceso de Martha Erika Alonso, quien solo duró 12 en el cargo luego de que la aeronave en la que viajaba junto con su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, se desplomó en un plantío de Santa María Coronango.
Con anterioridad, Barbosa padecía diabetes crónica y en 2013 le fue amputado el pie derecho tras una sepsis que no pudo controlar el personal médico. Esa situación lo mantuvo 20 días hospitalizado, a través de un coma inducido. A su salida se reincorporó a sus trabajos en el Senado de la República, en donde recibió un gran reconocimiento.
