El galista Héctor Sánchez Sánchez formalizó su caída tras anunciar su renuncia como magistrado del Poder Judicial del Estado y su salida de la vida pública de la entidad.
Al acusar una persecución creada “a lo largo de cuatro meses”, el expresidente del Tribunal Superior de Justicia de la entidad anunció primero su renuncia a la vida pública en el estado, para después formalizarla ante la Mesa Directiva del Congreso del Estado sin agregar razones para su salida.
En su mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Sánchez Sánchez señaló que tomó la decisión de separarse de la vida pública “por el bien de familia, amigos y compañeros de trabajo”.
Apuntó que una de las razones por las que dejó su lugar como magistrado del Poder Judicial, fue por las publicaciones hechas en torno a su desempeño como presidente del Tribunal Superior de Justicia poblano, acusando que se generó una narrativa negativa sobre su imagen y desempeño.
“Me es imposible negar que la narrativa creada por más de 4 meses seguidos para atacar a mi persona, familia y seres queridos ha afectado mi salud. Deseo lo mejor para el Poder Judicial del Estado, su gente y los poblanos. Igualmente agradezco a Miguel Barbosa Huerta el apoyo al Poder Judicial del Estado y en lo personal durante mi gestión”, externó en sus mensajes.
Sánchez Sánchez también agradeció al equipo de trabajo que lo acompañó en su desempeño como magistrado presidente, y a su esposa, la diputada Mónica Silva Ruiz por acompañarlo en este periodo.
El ahora exmagistrado del Poder Judicial local indicó que atenderá “con puntualidad las obligaciones correspondientes dentro del marco de la legalidad”, y enfatizó que confía en que con el tiempo “y los debidos procesos” la verdad sobre lo que se dijo en torno a su función como presidente del Tribunal será conocida.
Asimismo, durante la sesión ordinaria del Pleno del Congreso del Estado, la Mesa Directiva dio cuenta del ocurso que envió el expresidente del Tribunal Superior de Justicia, en el que notificó a los integrantes del Poder Legislativo su decisión de abandonar el cargo de magistrado.
El ocurso fue enviado a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales para que los diputados tengan conocimiento de su decisión y den paso al procedimiento legal correspondiente.
En entrevista, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, explicó que, de acuerdo con el procedimiento establecido en la Constitución Política de Puebla, el Poder Judicial del Estado debe llamar al magistrado suplente de Sánchez Sánchez para que rinda protesta al cargo.
En caso de que no quiera asumir el cargo de magistrado, el espacio se declarará vacante y el gobernador del estado deberá enviar una terna para que los diputados locales designen a un nuevo magistrado.
El coordinador del grupo legislativo de Morena en el Congreso local comentó que no se deben adelantar juicios sobre el desempeño del ahora exmagistrado, por lo que pidió esperar a la revisión que haga el Consejo de la Judicatura de su actuar para poder evaluar su desempeño, y en caso de que haya incurrido en algún acto fuera de la ley, se le sancione como corresponda.
“Tenemos que estar pendientes de que lo único que se tiene que hacer es la aplicación de la ley, quien infrinja la ley se le tendrá que aplicar”, expresó Céspedes Peregrina.
La carrera política de Sánchez Sánchez dio inicio cuando el morenovallista José Antonio Gali Fayad asumió la presidencia municipal de Puebla para el periodo 2014-2018, donde él lo siguió como titular de la Sindicatura Municipal.
Su camino continuó con un tropiezo cuando fue candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a una diputación federal suplente en el proceso electoral 2014-2015, en el que fracasó y regresó al Ayuntamiento de Puebla.
Sin embargo, su carrera dio un giro de 180 grados cuando Gali Fayad saltó de la alcaldía a la minigubernatura de Puebla, de 22 meses, y como primer acto propuso en febrero de 2017 a Sánchez Sánchez como sustituto de Roberto Flores Toledano, como presidente del Tribunal Superior de Justicia.
Con la llegada al poder de Morena y de Miguel Barbosa Huerta a la gubernatura del estado para el periodo 2019-2024, el presidente del Tribunal de Justicia transitó con el nuevo grupo en el poder hasta convertirse en un perfil de confianza del mandatario poblano.
En julio de este año, tras el llamado del gobernador del estado para quienes tengan aspiraciones en la elección de 2024, las hicieran públicas para que comiencen a trabajar para convencer a los ciudadanos, Sánchez Sánchez dejó entrever sus intenciones.
“Lo que dejo muy claro es que vamos a seguir trabajando cada vez más y vamos a seguir moviéndonos al interior del estado, hay que acercar la justicia, como dije, a quienes no la tienen y que no sea raro que nos vean movernos, vamos a estar haciéndolo cada vez más y con mucho énfasis. Estamos destapando la nueva forma de trabajar, tengo mucho interés en que sigamos trabajando y en que el Poder Judicial tenga presencia en todo el estado, ese es el interés, yo también espero verlos en 2024”, dijo durante su informe de actividades como presidente del Tribunal.
Sin embargo, en agosto de este año comenzaron a exhibirse casos de corrupción e irregularidades en el Poder Judicial, iniciando por la reunión que Sánchez Sánchez sostuvo con José Antonio Gali López, hijo del exgobernador panista, en un restaurante de la Ciudad de México, fuera de los juzgados de Puebla, y en donde se presume dialogaron sobre un caso que litigaban en el Poder Judicial, aunque la oficina de comunicación negó que se reuniera con el familiar del panista.
En septiembre también fue exhibida su defensa al exasesor jurídico de Gali Fayad en la presidencia municipal de Puebla, Alfonso Siriako Guillén Almaguer, ante las denuncias por actos de corrupción que interpuso el gobierno estatal cuando fue coordinador general jurídico de la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transporte en la minigubernatura panista.
Asimismo, en octubre unas filtraciones de audios evidenciaron al magistrado Jared Albino Soriano Hernández recibiendo órdenes del exonerado político de Rafael Moreno Valle, Eukid Castañón Herrera, quien a cambio le daba grandes cantidades de dinero que superaban los 100 mil pesos.
En este caso, Sánchez Sánchez fue criticado por ser omiso en su actuar y no separar de su cargo a Soriano Hernández, a pesar de que es presidente de la Comisión de Disciplina del Poder Judicial.
En noviembre de este año se dio a conocer otro conflicto de interés en el que el Poder Judicial habría sido utilizado para beneficiar a los hijos de Gali Fayad en un litigio de un predio con el empresario José Layón Aarun, hermano de la alcaldesa de San Martín Texmelucan.
El poder Judicial de Puebla cambió de adscripción al juez Helmo Mayoral Bello, juez que estaba a cargo del litigio, quien dejó de ser titular del Juzgado primero en Materia Civil y Especializado en Extinción de Dominio, del distrito judicial de Puebla, para ser titular del Juzgado de lo civil y Penal del distrito judicial de Tepeaca.
En medio de estos escándalos de corrupción, el gobernador Miguel Barbosa puso en marcha la reforma al Poder Judicial que transformaría a este poder público, y que fue aprobada por unanimidad de votos.
Con dicha reforma avalada, Sánchez Sánchez renunció a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Puebla y dejó el camino libre a Margarita Gayosso Ponce, mientras que Carlos Palafox Galeana fue nombrado consejero presidente del Consejo de la Judicatura, el órgano que será el encargado de investigar el actuar de los magistrados.