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sábado, noviembre 23, 2024

Sangre Derramada (Aquel Debate con Arturo Rueda)

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Dos meses tardó Arturo Rueda en responder un reportaje que el quintacolumnista publicó el viernes 12 de mayo de 2017 sobre un tema que no lo dejaba dormir en paz: un violento enfrentamiento entre militares y miembros de una banda de huachicoleros.

Todo un récord.

El problema es que, fiel a su estilo, respondió como le gustaba: con insultos, verdades a medias y mentiras absolutas.

Con la prosa porosa de los leguleyos (ya se sabe: errores de dedo, mediana redacción, lugares comunes), Rueda pretendió desmentirme el 14 de julio en temas que jamás cuestioné.

Aprovechando que los periodistas Ignacio Juárez y Álvaro Ramírez tuvieron a bien citarme en un reportaje publicado en Hipócrita Lector este lunes, me doy a la tarea de recuperar aquella polémica recurriendo a algunos puntos centrales de la trama.

¿Qué dije en mi reportaje del 12 de mayo de 2017 publicado en el periódico 24 Horas Puebla?

Que hubo un  operador de una red de cámaras de seguridad ubicada en la avenida principal de Palmarito Tochapan (hay un video que así lo demuestra) que hizo la crónica de la ejecución de un civil a manos de un soldado de la Policía Militar a través de un celular montado sobre la pantalla de la “Cámara 4”.

En el video —hecho llegar al periodista Arturo Rueda “por personas ligadas al grupo de ladrones de combustible”, al decir de un empleado del Diario Cambio que pidió la gracia del anonimato— se escucha la voz de un hombre que hace el relato de los hechos después de que fueron perpetrados.

¿Qué más dije?

Que mientras llora un bebé y su madre lo tranquiliza, el operador describe las imágenes para ahorrarle el trabajo a Rueda: “Analicen las cosas. Fíjense (en) el soldado. Fíjense que no hay nada de sangre por donde está la sombra del chavo (se refiere a un soldado que voltea en varias direcciones con un arma en las manos). Se acerca, se fija y ahí le tiran el balazo. Fíjense cómo escurre la sangre. Ahí va. Ahí está. Ya le pegó el balazo. Fíjense cómo escurre sangre. ¿Ya ve cómo (se) está llenando de sangre todo alrededor de él? Ya lo mataron. En las orillas todo (se) está regando sangre. ¿Qué le hacía el pobre inocente si no era un animal? Fíjense cómo se está llenando de sangre todo. Al lado de sus costillas. Desgraciados. Inhumanos. Fíjense cómo ya está el montón de sangre allá”.

¿Qué otra cosa dije?

Que el video filmado en el celular tiene una duración de un minuto seis segundos y que es la crónica de una muerte filmada, sí, pero también fue el vehículo hecho llegar al director de Cambio para que éste se ajustara a la narrativa de los huachicoleros: en particular a la de Antonio Martínez Fuentes, El Toñín.

Dije también que esa narrativa insistía en señalar al Ejército mexicano como asesino de civiles o de “campesinos”, como Rueda había querido vender la historia de Raúl Jiménez Martínez —el hombre ejecutado por un uniformado—, y que viajaba con el hoy occiso Paulino Martínez, El Pavín, primo del Toñín y una de las cabezas del grupo que durante años se dedicó al robo de combustibles en la región de Quecholac.

Cito textualmente lo que publiqué en mayo de 2017 para que el hipócrita lector tenga una mayor claridad del tema:

“Jiménez Martínez —de 47 años de edad, tío de El Toñín— era además uno de los dos escoltas del Pavín que viajaban en la camioneta BMW (placa 036TW, de la Ciudad de México) —con un blindaje nivel cuatro, que es de los más altos— a la hora del enfrentamiento de la noche del 3 de mayo, cuando, después de sufrir una emboscada, la Policía Militar asentada en la región se enfrentó a los huachicoleros durante una hora.

“La versión que insistentemente ha vendido Arturo Rueda —tanto en su diario como en las entrevistas que ha ofrecido a la prensa nacional— es que la víctima era un modesto campesino de hortalizas. Fuentes ligadas a la PGR revelaron que en el momento de la emboscada, y posterior ataque con armas de distintos calibres, Jiménez Martínez apareció con El Pavín haciendo labores de escolta.

“(…) La casa donde se encontraban las cámaras, que funciona además como bodega para almacenar huachicol, es propiedad de un familiar del líder: Juan Carlos Fuentes, conocido como El Pajarillo, quien cuenta con una orden de aprehensión por el delito de feminicidio”

Cómo olvidar el carrusel de medios al que Rueda se subió cuando difundió su famoso video.

A pregunta expresa del periodista Óscar Mario Beteta, en Radio Fórmula, admitió que el video se hizo “desde un domicilio particular” y que, tras ganarse la confianza de los pobladores, éstos le dijeron: “Les entregamos estos videos, pero como no confiamos en que ustedes nos vayan a tratar justamente los vamos a subir a una cuenta de YouTube y ahí que cada quien los jale como quiera”.

Rueda le dijo más al periodista radiofónico: “nos dan unas horas para trabajarlos (los videos), para verlos. (…) Con la prisa, nosotros elegimos el momento de la ejecución”.

Eso dijo entonces.

La realidad fue otra.

Rueda tuvo en sus manos el video editado en el que se hace la crónica detallada de la ejecución, y, sin prisas, armó la producción y describió los hechos.

Tenía también los otros videos —larguísimos, farragosos—, pero le pusieron en las manos la cereza del pastel y a esa escena le dio énfasis.

Lo demás es historia: la usuaria de Twitter Nancy D. (@NICKYJND) subía mensajes de todo tipo hasta que a mediados de septiembre de 2016 se retiró de la red.

Su largo silencio fue interrumpido a eso de las 10 de la mañana del lunes 8 de mayo de 2017, cuando, arrobando a diversos medios (Aristegui, Excélsior, Hechos Puebla, E-consulta y López Díaz), redactó el mismo mensaje: “NECESITAMOS QUE VEA ALGUNOS VIDEOS DONDE EL EJERCITO MEXICANO ESTA MASACRANDO A LA GENTE DE PALMARITO PUEBLA”.

La reportera Blanca Estela Leyva, de Hechos Puebla, le respondió el 9 de mayo: “Si los tiene, puede enviarlos al 22 27 65 91”.

La respuesta de NANCY D. fue: “Estaremos en contacto”.

El usuario “El Lalo Landa” le comentó el 8 de mayo: “Pesada labor verificar la veracidad de los videos”.

NANCY D. respondió: “Tengo pruebas contundentes que el Ejército es quien ataca a la gente de Palmarito”.

El 9 de mayo, a las 12:15, subió el video de la ejecución por primera vez al tiempo que llamó a compartirlo:

“LO QUE VERDADERAMENTE PASÓ EN PALMARITO. EL DÍA 3 DE MAYO ESTO FUE LO QUE VERDADERAMENTE PASÓ EN PALMARITO, POR FAVOR COMPARTAN”.

En esta ocasión no arrobó a nadie.

Nuevos tuits surgieron de su cuenta con el mismo video, aunque en esta ocasión subió la dirección de la cuenta de YouTube de “PALMARITO TOCHAPAN”.

La narrativa era la misma: “Los pobladores de Palmarito no son los culpables, fueron asesinados en manos del Ejército. Que el mundo sepa que el Ejercito nos está matando”.

En el sitio de YouTube aparecieron los videos de las cámaras 2 y 4 el martes 9 de mayo, pero ningún medio lo tomaba en cuenta.

Y es que los dos videos eran muy largos.

Vino entonces el video que el familiar del Toñín grabó con su celular.

En un escaso minuto relató los hechos con la narrativa que su jefe quería que permeara.

Rueda lo tuvo en sus manos el 9 de mayo y se puso a trabajar en la misma ruta.

A la 1:34 de la mañana del 10 de mayo, Cambio, su periódico, publicó el video de la ejecución pero con su voz.

En ese momento vino el primer tuit a través de la cuenta de la usuaria “Violeta Salazar (@viovisa).

El primer tuit nacional, basado en el video de Cambio, lo subió la organización de derechos humanos Cencos a las 7:57 de la mañana del Día de las Madres.

Y de ahí se viralizó.

Dos mil 326 cuentas y dos mil 356 tuits (dos mil 323 RTs) convirtieron en tendencia —en nueve horas— el hashtag Palmarito.

Luego vinieron las entrevistas en radio y la repercusión en medios nacionales y algunos internacionales.

La narrativa “fue el Ejército” se había impuesto.

 

Juegos Perversos. Unos días después de haberse publicado mi reportaje, el brillante e influyente columnista Carlos Ramírez me entrevistó largamente en sus espacios radiofónico y televisivo.

Luego escribió una columna con el título “Video de militares-huachicoleros o la fabricación de realidad falsa”.

(Cambio mismo lo reprodujo).

Cito las partes torales:

“Justo cuando las fuerzas armadas comenzaban una operación de penetración en la zona de huachicoleros en Puebla para desmantelar a ese cartel de crimen organizado y cuando comenzaba el debate sobre la ley de seguridad interior, un video fabricado sobre el incidente en El Palmarito quiso afectar el posicionamiento del ejército.

“Sin embargo, y a pesar del video editado y distribuido por los huachicoleros para desprestigiar a las fuerzas armadas, la operación militar de limpieza criminal en la zona del Triángulo Rojo en Puebla seguirá adelante. Y quedará por analizar el papel de la prensa al difundir un video sembrado para construir malévolamente una crítica a partir sólo de una parte de la realidad.

“El tema central no se localiza en el militar que disparó a un presunto delincuente desarmado, sino en el contexto: los militares realizaban un operativo en la zona, unos halconcitos o adolescentes espías que trabajan para los huachicoleros con dinero, aparatos de radio y vigilancia advirtieron el acercamiento de una partida militar a una casa donde se realizaba una fiesta de delincuentes.

“(…) El delincuente asesinado no era campesino sino familiar del famoso Toñín, gran capo de los huachicoleros. El video fue analizado por el periódico 24 Horas de Puebla, dirigido por el columnista Mario Alberto Mejía, y transcribió la narrativa de la persona que estaba grabando el incidente: otro miembro de la banda y también familiar del Toñín; sus palabras condujeron la interpretación de la escena, descripciones de sangre, énfasis en el asesinado. La zona donde ocurrió el incidente es habitada por jefes huachicoleros, tiene instaladas cámaras de seguridad y está resguardada por personal armado y vigilada por muchos halconcitos que informan del menor movimiento sospechoso.

“Las autoridades deben evaluar a fondo el incidente con pruebas periciales más allá del video sembrado en medios por los huachicoleros. La primera versión se subió a internet y tenía más de dos horas, pero algunos medios locales sólo tomaron el momento en el que el militar dispara, sin indagar el contexto de criminalidad de la zona y el hecho de que con el video la banda de huachicoleros ha querido ahuyentar a las fuerzas federales”.

En su propio periódico, Arturo Rueda fue exhibido.

Es cuanto.

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