Pese al alud de evidencias sobre omisiones y negligencias en la atención de más de una decena de estudiantes menores de edad que resultaron intoxicados por el consumo de bebidas alcohólicas en una fiesta organizada en el Salón Country Club, tanto el director de Normatividad y Regulación Comercial, Enrique Guevara Montiel, como el alcalde Eduardo Rivera, se deslindaron del escándalo con dos simples argumentos: el Ayuntamiento de Puebla no tiene facultades para clausurar y los padres de familia son los que deben presentar las denuncias para que ellos puedan intervenir.
“Mi función sí está hecha”, fueron las palabras de Enrique Guevara Montiel, al tiempo que justificó que el Ayuntamiento de Puebla no tiene facultades para proceder a la clausura del salón Country, pues a los salones sociales pueden ingresar personas de todas las edades.
“Ustedes rentan un salón para una fiesta y van jóvenes, van niños, adultos mayores, el que renta el salón no tiene absolutamente injerencia en la fiesta de ustedes, si fueran restricciones de parte del salón, entonces, sí te lo digo”, declaró.
Aunque han pasado tres días desde que los jóvenes de la preparatoria “Enrique Cabrera” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) resultaron intoxicados, el funcionario reconoció que aún desconoce quiénes fueron las personas de la empresa Cabritos Social Group que organizaron el evento, toda vez que el propietario fue omiso en brindar la información.
Por otro lado, sostuvo que el gobierno municipal tampoco puede actuar al respecto con denuncias al no tener facultades, por lo que dejó la responsabilidad a los padres de familia para que sean ellos quienes presenten las querellas ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
El burócrata fue más allá y expresó que los padres de familia son en parte responsables por no saber en qué sitios dejan a sus hijos, lo que derivó en que fueran intoxicados, como se aprecia en videos que circularon a través de redes sociales.
La respuesta del alcalde Eduardo Rivera Pérez fue similar a la de su subordinado: “Ayudaría mucho la queja de los padres o de los chavos”, pero a diferencia de Guevara Montiel, el munícipe aseguró que los hechos son solamente “especulaciones”, toda vez que a su parecer no se sabe a ciencia cierta qué provocó la intoxicación de los jóvenes.
“Hasta ahorita solo hay un tema en redes sociales, un deslinde de la preparatoria, pero sí quisiéramos tener acceso a las personas que presuntamente fueron afectadas para que la autoridad tome cartas en el asunto.
“Lo único que hay es un reporte en redes sociales, hay especulación sobre los hechos, hay especulaciones sobre la venta de alcohol adulterado, especulación sobre que los jóvenes entraron con botellas al recinto o que hubo exceso en el consumo de alcohol”, justificó el edil.
Rivera Pérez agregó que la Comuna no cuenta con personal de Protección Civil suficiente para vigilar todos los eventos que se organizan en la ciudad, situación por la que no se percataron que en este salón social se celebró un evento con venta de bebidas alcohólicas a menores de edad. Aunque el alcalde minimizó el tema, la realidad es que desde ocurrido el incidente, ya habían circulado en redes sociales videos y fotografías de los estudiantes en mal estado, algunos vomitando o desmayados en las inmediaciones del salón, derivado de la intoxicación.
No obstante, el director de Normatividad y Regulación Comercial reconoció que fue hasta el día siguiente que se presentaron en el lugar y atendieron el reporte, cuando la fiesta ya se había disuadido tras la ingesta alcohólica de los estudiantes de la preparatoria Enrique Cabrera.
La situación se agrava, pues esta no es la primera ocasión que ocurre un incidente de este tipo en la colonia San Manuel, lo que exhibe que con anterioridad la Unidad de Normatividad ha sido omisa en clausurar fiestas clandestinas en la Angelópolis.
De acuerdo con MTP Noticias, vecinos de San Manuel acusaron que las fiestas en el salón Country no son recientes, sino que este espacio se renta desde hace años para mítines políticos, primeras comuniones o eventos de mayor categoría como el ocurrido el pasado viernes, lo que ha sido un verdadero dolor de cabeza por el excesivo ruido.
Los propios vecinos han calificado como una “mafia” a los organizadores de fiestas en el salón Country, el cual tiene una capacidad para más de 5 mil personas, según presumen los propietarios en su página de internet, por lo que algunos han optado por vender sus viviendas.
Los inconformes acusaron que cuando hay actos multitudinarios, las calles se atestan de vehículos, franeleros, comerciantes ambulantes e inclusive llegan camiones que descargan generadores de luz en la calle, lo que representa un posible riesgo.
Esta vez fue la intoxicación de menores de edad, sin embargo, los vecinos de la colonia San Manuel señalan que cuando se presentan problemas por los eventos, únicamente rondan en el sitio patrullas del municipio, pero no atienden los reportes de los inconformes.
Las peticiones de regular los horarios del salón Country ya fueron turnadas al Ayuntamiento de Puebla mediante un escrito, pero han hecho caso omiso en más de una ocasión.
