A Fernando Alberto Crisanto le gusta presumir, a la menor provocación, que ha sido el jefe de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Puebla más joven de la historia reciente. Al paso del tiempo, ese simple dato parece decir mucho sobre la fortuna que ha logrado amasar en todos estos años en que ha sido un reportero al servicio de panistas, priistas y morenovallistas.
Cómo olvidar que si algo presumía Crisanto era su cercanía con el poder tanto público como universitario. Aunque es justo con el morenovallismo cuando alcanzó sus años de gloria, seguido por el interinato.
Fernando Alberto Crisanto pasó de un simple periodista a convertirse en un empresario de medios. Ligado a él o a través de interpósitas personas lo mismo controla la franquicia de Newsweek Puebla, una estación de radiodifusión en la región de Ciudad de Serdán, medios impresos en la entidad y en Morelos.
Nada mal para quien las versiones extraoficiales aseguran que manejaba alrededor de 25 millones de pesos en efectivo para su “operación” en medios.
Hoy, el otrora incondicional de Rafael Moreno Valle Rosas y de Fernando Manzanilla Prieto vive tiempos aciagos. La Fiscalía General del Estado giró una orden de aprehensión en su contra por un cúmulo de irregularidades que presuntamente cometió en asignación de contratos y la falta de comprobación en la asignación de ingresos.
A raíz de esa acción judicial, el exdirector de noticias en una variopinta mezcla de medios de comunicación se encuentra en calidad de prófugo de la justicia. Hace un par de días simplemente dejó de ir a sus oficinas y de atender los diferentes espacios periodísticos que controlaba.
Su evasión no fue circunstancial, pues vino acompañada de una captura previa: Alejandra Gabriela N., quien fungió como su directora administrativa en la Dirección de Comunicación y Agenda Digital del Gobierno interino, cargo desde el que habría realizado todos los movimientos financieros y fiscales para intentar ocultar el saqueo al erario. Su jefe era Crisanto.
La trayectoria de Alejandra Gabriela es la muestra de cómo operaba el morenovallismo. Fue discípula Raúl Egremy Palomeque, primo de Óscar Chapa Palomeque, fallecido hace unos meses después de ser detenido por el quebranto financiero de 36 millones de pesos en la confección de uniformes y zapatos para las escuelas públicas de la entidad.
Egremy era mano derecha del otrora poderoso subsecretario de Egresos y posterior titular de Finanzas, Eduardo Tovilla Lara, conocido como Don Dinero, sujeto a varias investigaciones por actos de corrupción cometidos en los gobiernos de Acción Nacional.
Alejandra Gabriela llegó a la Secretaría de Finanzas en 2011, en la Dirección de Presupuesto. Un año después, fue enviada a la Dirección de Comunicación Social del Gobierno del estado, cuando fungía como director el locuaz Sergio Ramírez.
Para 2013, la Dirección General de Comunicación Social del Gobierno del estado se fusiona con Puebla Comunicaciones (antes Sicom) y Alejandra Gabriela se incorpora a esta última como la principal responsable de operar todos los contratos de publicidad con los medios de comunicación locales y nacionales.
Tras la fulminante salida de Sergio Ramírez, a la Dirección de Comunicación arribó Fernando Crisanto y fue cesado en febrero de 2015.
Posteriormente, el antiguo baterista de la banda Timbiriche, Max Cortázar, se incorporó al gobierno del estado en la nueva oficina que se denominaría Comunicación y Agenda Digital, en donde la hoy detenida se mantiene como operadora de medios. Para 2016 es ungida como directora Administrativa de Puebla Comunicaciones.
Al igual que todos los morenovallistas, Alejandra Gabriela repite en el mismo cargo en el efímero gobierno de Martha Erika Alonso.
Con el gobierno interino, Crisanto y su cómplice se encuentra nuevamente en la Coordinación de Comunicación y Agenda Digital, en donde cometen las principales irregularidades por las que hoy son perseguidos por la justicia.
Para 2019, con un gobierno de Morena, Alejandra Gabriela logra incorporarse a la Secretaría de Salud estatal y es ungida como directora de Protección Contra Riesgos Sanitarios.
Un año después, se incorpora al equipo de Max Cortázar, pero ahora como parte del equipo de estrategia de comunicación para el candidato del PAN al gobierno de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca. Aunque logran el triunfo en el estado fronterizo, Alejandra Gabriela decide regresar a Puebla y, por intervención de Crisanto, es sembrada en la Dirección de Recursos Humanos del Ayuntamiento de San Andrés Cholula, sitio en el que permaneció hasta su captura.