La construcción de una torre con 32 departamentos que no cuenta con permisos de construcción ni permisos de impacto ambiental, el desvío de cuotas de vecinos, la adquisición de productos y servicios con presuntas empresas factureras, así como discrepancias de recursos entre ejercicios fiscales, no son los únicos problemas que viven los vecinos de Estrellas del Sur, debido a que el administrador Jaime Toriz se ha apoderado de las finanzas del fraccionamiento.
Los vecinos del fraccionamiento, en el que convergen más de mil personas, han sufrido al menos desde 2020 contaminación auditiva por negocios como restaurantes y bares que se encuentran dentro del complejo habitacional y que no han respetado los horarios de cierre, además de que algunos comercios han violado sellos de clausura y se han colocado construcciones de bardas por parte de otros vecinos que se han adueñado de áreas comunes.
María del Refugio Ortega y un grupo de vecinos de Estrellas del Sur expusieron el caso de Martha Rivera, una de las habitantes del lugar quien, justificando que cuenta títulos de propiedad, se ha apoderado de diversas áreas del fraccionamiento para construir un edificio con departamentos, así como un restaurante llamado Los Cubiertos, el cual ha sido clausurado en más de una ocasión pero este sigue operando con total impunidad.
“Cada que hemos llamado al Ayuntamiento, ella dice que todas las áreas comunes y calles son de ella, porque su abuelo fue dueño de todo el ejido y entonces saca sus escrituras de 1930 para justificar que el fraccionamiento le pertenece, a excepción de los departamentos que nos vendió”, relató.
La inconforme acusó que los hechos son del conocimiento del presidente de la mesa directiva de Estrellas del Sur, Jaime Toriz, quien supuestamente citó a Martha Rivera para una visita con un topógrafo, pero al no presentarse para la revisión y delimitación de espacios, no hizo más para resolver la problemática, aun cuando su labor es dirimir conflictos dentro del fraccionamiento.
Refugio Ortega detalló que el Ayuntamiento de Puebla le entregó un documento llamado Régimen Condominal de Uso Casa Habitación, que contempla la segunda sección del fraccionamiento Estrellas del Sur, donde se especifica que están prohibidos comercios dentro del lugar y, a pesar de ello, la señora Martha Rivera ya puso un restaurant.
Es justamente en este negocio que el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (SOAPAP), ya ha colocado hasta nueve sellos de clausura a tomas de tuberías ilegales y no conforme con la sanción, ha colocado cinco tomas más.
“Ya se adueñó de una jardinera, de una parte del parque, donde puso una bodega, toda la franja de la 47 sur dice que es de ella y ya la tienen secuestrada con piedras y además pretende construir un edificio ahí”, agregó.
Los inconformes señalaron que Estrellas del Sur está perdiendo su vocación como fraccionamiento, pues las viviendas se han ido convirtiendo en negocios, algunos inclusive generando malestar a los vecinos por el excesivo ruido a altas horas de la madrugada.
Además del ruido que es generado en los comercios, denuncian que el fraccionamiento recibe a personas que no pertenecen a Estrellas del Sur para acudir a consumir en los negocios del lugar, lo que ha implicado que acaparen sus cajones de estacionamiento e inclusive hay consumo de alcohol y drogas dentro de la colonia.
Estos problemas se suman a la construcción de un edificio con 32 departamentos que pretende erguirse dentro del fraccionamiento sin los permisos de construcción y con el aval del arquitecto y presidente del Consejo de Directores de la Asociación Civil Estrellas del Sur, Jaime Cliserio Toriz Álvarez.
La construcción de un nuevo edificio pondría en riesgo el suministro de agua para los más de mil vecinos de la colonia, además de que temen situaciones de inseguridad al permitir el acceso y salida de personal de la desarrolladora inmobiliaria y de personas externas a Estrellas del Sur.
El conjunto de viviendas ya es vendido a través de redes sociales bajo el nombre de un proyecto inmobiliario llamado Torre Capella, donde a lo largo de cuatro pisos, cada departamento es ofrecido en un costo mínimo de 1.5 millones de pesos en preventa y contempla entre las amenidades un elevador, dos recámaras, un roof garden con dos áreas de asadores y hasta una alberca, según se aprecia en los renders.
Al auto conferirse con atribuciones como tesorero, Jaime Toriz ha cometido otros actos anómalos como la contratación de cinco personas con salarios y prestaciones que comprometen un pasivo laboral no contemplado dentro de los egresos, así como la entrega de dos contratos que suman un monto de 330 mil 390 pesos para un sistema de monitoreo de vigilancia en el que sólo se colocaron 37 de 50 cámaras de vigilancia supuestamente adquiridas.
Los vecinos del fraccionamiento también han evidenciado que Cilserio Toriz liquidó a personal de la asamblea que conforma la asociación civil Estrellas del Sur, con recursos de las cuotas que eran para otros fines. La salida de la planilla, a decir de los vecinos inconformes, podría deberse a que decidieron apartarse de sus posibles actos de corrupción.