El lloriqueo de Eduardo Rivera Pérez, por el supuesto sabotaje que se preparó para reventar su informe este lunes y la culpa que le echó al senador Alejandro Armenta, por ser el supuesto orquestador, es un timorato desquite por la paliza que el de Morena le puso al exhibir sus pésimos resultados en Puebla capital, hace un par de semanas, ante el despilfarro de gastos en promoción personal, en lugar de atender a las juntas auxiliares por ejemplo.
En el video en que supuestamente se desnuda el complot, otro “compló mongol”, deja al descubierto el más puro estilo de la ultraderecha: autoflagerse.
El personaje que aparece diciendo que Armenta les ordenó el ataque, es Toño “El Patillas”, quien es familiar de un tal “Torrentera”, un ex jefe de vía pública, en la época de Enrique Doger y Blanca Alcalá.
El Patillas trabajó por fuera con un tal Carlos Manjín, cordinador de Vía Pública, y quienes lo reconocieron aseguran que “cobraba todo por fuera y tienen una pequeña organización”.
En todo esto, ha trascendido que el autor intelectual es Jorge Cruz Lepe.
¿Entonces?
Sin duda, una estrategia del manual de operación del Yunque.
