Eduardo Alcántara Montiel, coordinador de los diputados del PAN en el Congreso del estado, demostró que tiene mucho para romper con el anquilosado y aberrante formato de los políticos para rendir sus informes de labores. Fue un evento interactivo en tiempo real con unos 280 invitados y un playlist especial de música que inauguró una nueva forma de hacer las cosas. Más allá del poder de convocatoria que logró, tanto de panistas como de otras expresiones políticas, la frescura con la que se desenvolvió dejó un excelente sabor de boca. Armando Tejeda Cid, secretario de Elecciones del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, lo resumió de una sola forma: “Nos animas a hacer las cosas diferentes, eres un diputado valiente y me mando a decir Marko (Cortés) que está muy orgulloso de ti. Eres uno de los cuadros con más valor que tenemos a nivel nacional… uno de mis mejores legisladores del país”. El que no se quedó atrás fue el morenista Sergio Céspedes Peregrina, líder del Congreso del estado: “Cuando le toca jugar como oposición lo hace con mucha fuerza, lo que hace con mucha definición, pero también lo hace con mucho respeto. Y ese tipo de democracia es el que queremos, el que debemos de respetar… sé que será un legislador que dejará huella en esta LXI legislatura”. ¿Así o más contundente? Ese respaldo no dejó dudas que Lalo Alcántara arrancó oficialmente su carrera para conseguir la candidatura de su partido para alcalde de la capital poblana en 2024. Ya entenderá que eso generó urticaria a sus odiadores de tiempo completo que mandaron a sus jilgueros a despotricar en contra del coordinador, pero la inconformidad solo quedó en un par. Lo demostrado por Alcántara este viernes pasado es, sin temor a equivocarnos, la construcción de una nueva oposición: inteligente, con oficio político, negociadora y sin caer en sectarismos. Si el PAN pretende ganar o tener competitividad, en Eduardo Alcántara tienen a la mejor carta. Quieren sufrir: manden a cualquier otro.
RATONES TRAICIONEROS
Dos ratoncitos políticos asomaron la cabeza hace unos días de la mano del diputado federal Moisés Ignacio Mier Velazco. Se trata del pillo Heliodoro Luna Vite, exsecretario de Infraestructura estatal, quien fuera dado de baja al ser descubierto que, a unas semanas de iniciar el actual gobierno estatal, ya había repartido todas las obras públicas a realizarse entre sus amigos de varios estados del país. De inmediato fue defenestrado y, en lugar de aprender del error, se cargó de muina contra su otrora amigo y jefe Miguel Barbosa Huerta. El otro ratoncito es Gustavo Vargas Cabrera, exalcalde de Huauchinango. Él fue uno de los munícipes que cayó en las garras del exauditor Francisco Romero Serrano, a quien consintió con un extraordinario contrato a fin de garantizar que no fuera investigados al finalizar su periodo. Otra de sus torpezas fue haberle entregado obra pública a José Arturo Rueda Sánchez de la Vega, socio de Nacho Mier. El contrato fue a cambio de que el director de Diario Cambio dejará de golpearlo. Al final no lo consiguió. Pues bien, ambos ratoncitos decidieron que la mejor apuesta política que podrían realizar era sumarse a las raquíticas huestes del presidente de la Junta de Coordinación Política en San Lázaro. Su fuerza quedó demostrada en un acto proselitista que le organizaron y en el que reunieron a solo 70 personas. ¡Todos unos operadores!