Miguel Ángel Diez,
parecería una carta, pero no lo es. Mi objetivo, a dos semanas de terminar su quinto torneo, es hacer un pequeño análisis de la existencia de esta categoría, que a todas luces tiene objetivos muy pequeños o dirigentes, en este caso el presidente de la liga, que solo ejerce el cargo de una forma burocrática y que no tiene ni voz ni voto para ejercer y para darle un plus a ten honorable cargo.
En dos años y medio que instalaron esta categoría, cuyo nacimiento supuso el rompimiento con la pirámide de competencia propia de las mejores ligas del mundo; pudo más las decisiones personales de unos cuantos que desaparecen la liga de ascenso, protegiéndose de un posible descenso, pasándose por el arco del triunfo el desarrollo de competencia de todo un futbol, en este caso el mexicano.
Por el nombre adoptado a esta categoría, Liga de Expansión, quiero pensar que uno, o su único objetivo, era llevar futbol profesional a lo largo y ancho del país. La liga está presente en 16 estados del país y abarca desde Sonora o Baja California, hasta Yucatán o Quinta Roo. Entonces, objetivo cumplido, pero no puede ser que sea el único; el ascenso y descenso no se ve para cuando, ese tema no depende del presidente de esta liga. Lo que sí depende, para ser un presidente que ejerza el cargo, sería poner más objetivos que con el solo desarrollo del torneo, se darían sin problema y si con iniciativa y trabajo: con liderazgo propio del cargo de presidente.
La liga femenil tiene más espectadores en estadio y en televisión que la liga de Expansión. Las dos son televisadas, pero en números, la femenil tiene más seguidores porque, sin contar la calidad del espectáculo, el futbol de mujeres ofrece algo diferente.
Cada torneo, ellas se preocupan en tener mejores jugadoras, mejores cuerpos técnicos, mejoras para las futbolistas y competencia entre las participantes. En Expansión, todo lo anterior va en decrecimiento, los equipos, 12 en total hacen su plantilla con los 20 millones que la Liga MX les da en pago por su voto, mismo dinero más lo que reciben de la televisión, les sirve para mantener la temporada. Los dineros que todos los equipos reciben de sus diferentes gobiernos, no se ven reflejados en una mayor calidad de sus equipos. Ese punto yo lo apoyo, el deporte tiene que ser apoyado, siempre y cuando, esos dineros sirvan para apoyar diferentes planes dentro de las comunidades, teniendo como plataforma el nombre del equipo que compite. Solo de esa forma, es válido el apoyo; ahora, si este dinero sirve para otro fin, disfrazado en fútbol y deporte, tendría que ser perseguido y castigado. Entonces, señor presidente de esta rama, aparece un segundo objetivo que por lo que veo, no es atacado.
Tampico, Tepatitlán, Atlante y Morelia, en este orden, resultaron campeones y su ganancia, claro que fue el orgullo de ser y la cantidad de 5 millones de pesos, mismos que en vez de ayudar y ser un aliciente, demeritan y ofenden el esfuerzo realizado por los jugadores. Aparece un tercer objetivo para su gestión: una forma más honorable de premiar al campeón.
De los jugadores que han pasado de Expansión a Liga MX, en casi cinco torneos, son pocos. Jugadores que estén destacando y que tengan paso por expansión, De Buen, Lucas, los del Tapatío, el central de Pumas y algún otro que se me pase. En general la Liga MX no voltea a ver qué pasa en Expansión por múltiples razones, que solo con calidad de los jugadores, harían que en mayor cantidad pudiesen tener una oportunidad en el máximo circuito, y aparece el cuarto objetivo.
Para finalizar este escrito y sugerencia de alguien que ve y sigue todos los partidos en dos años y medio, es el poco espectáculo que ofrecen. Esto del espectáculo, al no tener mayor premio por campeonas y tener una exposición semanal televisiva, tendría que ser prioritario para los participantes. ¿Cómo le haría? Con un convencimiento a los dueños y estos a sus técnicos. Tener juegos menos tácticos y más ofensivos, buscar el gol como aliciente al espectador, dejar de cuidar la chamba que te puede quitar la derrota, hacer que los jugadores se explayen en sus virtudes para poder ser observados en otros mercados superiores, provocar que la afición acuda en mayor cantidad a los estadios, con la seguridad que verán 90’ de entretenimiento. Aquí aparece el quinto objetivo y que ninguno de los mencionados, choca con la verdadera razón del nacimiento de esta liga. Dar atole con el dedo y hacer como que nos preocupamos de una rama muy importante dentro de la organización de la FMF.
El deber del principal dirigente de una empresa es hacer y conseguir un poco más de lo que le pidieron y a usted, seños presidente de Expansión le pidieron muy poco: solo estar, con un listón tan abajo que casi ni se ve.
Grandísima oportunidad se tiene. Ojalá la aproveche.