En diciembre de 2016, Mari Paz sospechó que algo no andaba bien con su hija, una pequeña de 4 años de edad.
Una mañana que regresó del kínder Octavio Paz, en la colonia Granjas del Sur, la alegría y energía de su hija de repente se fue, dejó de tener ganas y entusiasmo de ir a sus clases, de ver a sus compañeros, de estar en ese plantel.
Una molestia en su zona genital le causó alarma, así que la llevó con su pediatra y a consultorios para saber que pasaba, hasta que descubrió la verdad: había sufrido un ataque sexual.
“Yo recuerdo que ese día, un día anterior, la verdad noté ciertas molestias, me decía que le dolía su parte íntima. Yo pensé que era una rozadura normal y al otro día una de mis amigas me dice que la niña está sangrando”, dijo frente a las cámaras.
A seis años de distancia y con un caso similar de otra menor que sufrió una violación equiparada, Mari Paz se sumó un grupo de madres que han decidido interponer formalmente denuncias contra Mario N., conserje de la escuela, de quien se presume es el agresor de las menores de edad.
Mari Paz recuerda que cuando entendió lo que había ocurrido con su hija buscó de inmediato la manera para buscar justicia, intentó interponer su denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE) y pidió que se le realizaran las pruebas.
Ahí se topó con su primera frustración, pues los tratos del Ministerio Público, la presión a la que fue sometida la menor, la falta de pruebas y el bloqueo mental que ocasionó el manejo del caso por parte de los ministeriales generaron inconsistencias en la historia de la hija de Mari Paz, que provocaron que la denuncia no procediera.
Frustrada por lo sucedido, Mari Paz intentó que su hija retomara su vida normal, pero nada volvió a ser igual, ella se negaba a ir a toda costa a la escuela, le aterraba, por lo que dejó de asistir a ese jardín de niños. Ella comenzó a sospechar que algo había ocurrido en esa escuela por los comentarios de una de sus maestras que preguntaba de forma sarcástica por la ausencia de la niña.
Pasaron años hasta que Mari Paz supo de otra menor abusada sexualmente en el mismo kínder, era el testimonio de Karina Pacheco, madre de una pequeña de tres años de edad que presuntamente fue violada por el intendente de la escuela el pasado 1 de septiembre. Ahí fue cuando su hija —ya de 10 años de edad— pudo relatar lo ocurrido.
El 22 de septiembre, Karina, junto con otros padres de familia, acudió a las instalaciones del kínder Octavio Paz para acusar el supuesto intento de abuso sexual a una menor del intendente de la escuela.
Karina relató que el 1 de septiembre su hija salió de la escuela comportándose de forma extraña, por lo que le preguntaron si ocurría algo, a lo que la menor les contó, en medio de lágrimas, que el intendente le había tocado su región genital sin su consentimiento.
Los padres de familia, molestos con la situación, exigieron a la directora del plantel la destitución del conserje para denunciarlo, pero la directora se limitó a decir que se encontraba indispuesto y que no iría a la escuela por varios días, aunque tampoco les quiso dar mayores explicaciones.
Ante esto, los padres y madres de familia optaron por presentar formalmente las denuncias por posible violación y abuso sexual, además de solicitarle al gobernador Miguel Barbosa Huerta su intervención para que las autoridades educativas evitaran que sigan en las escuelas este tipo personas.
INDIGNACIÓN
El pasado 11 de septiembre, el gobernador Miguel Barbosa instruyó al consejero Jurídico del gobierno estatal, Carlos Palafox Galeana, a intervenir de inmediato en el caso de la niña que presuntamente fue abusada sexualmente en un jardín de niños en Amalucan, luego de que hiciera viral en redes sociales.
“Eso si no lo soporto, le instruyo a mi consejero jurídico a que hoy (viernes) mismo se meta, que vea cuál es el estado de cosas que se guardan en la Fiscalía (sobre este tema) o en el MP, y veamos si ocurrieron los hechos y está acreditado. Los responsables deberán recibir la sanción que la ley marca”, declaró el gobernador.