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viernes, noviembre 22, 2024

No me distraigo, pero estoy listo para cualquier escenario

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Tras 20 meses de enfrentarse directamente, desde la primera trinchera, al combate contra la COVID-19 y sus cinco olas, el secretario de Salud del estado de Puebla, José Antonio Martínez García, se resiste a mirarse en el corto plazo, en un escenario electoral -como muchos lo han vislumbrado-, pero afirma que se encuentra “listo para todo”, aunque no está “obsesionado” con lo que pueda venir en su futuro: “ya se verá”, remata.

Los reflectores que le han apuntado desde que tomó la titularidad de la dependencia, el 11 de julio de 2020, lo ubican entre los hombres que podrían estar en las boletas 2024, cuando en el estado se renovará la gubernatura, las 217 alcaldías y la totalidad del Congreso local.

“La salud o la medicina tiene que ver con política, con sociedad, con economía, con todo (…) Estamos listos para todo, de que estoy listo, esto listo”, afirma en entrevista con Exilio.mx e Hipócrita Lector, mientras de fondo se observa a cientos de personas que llevan a sus niños a vacunar contra el Coronavirus, al módulo instalado en el Centro Expositor de Puebla.

La charla es larga y ningún tema se ha pactado. Martínez García tiene un brillo casi pueril en los ojos y le abundan las sonrisas, cuando habla de su profesión.

Demuestra la pasión por la medicina y le entusiasma la manera en cómo llegó a dirigir la Secretaría de Salud, por una invitación del gobernador Miguel Barbosa Huerta; también la forma en que, junto con el mandatario, ha hecho frente a la pandemia y la manera en que la enfermedad impactó a su vida personal.

De paso, también se refiere a sus aspiraciones políticas y asegura que no se encuentra obsesionado, pero tampoco es “que le saque”, como entre broma y broma le dijo un día Barbosa el pasado 7 de julio, sobre 2024: “No le saque doctor, no le saque”, dijo el gobernador, tras mencionar que el secretario de Salud goza de un reconocimiento y enorme popularidad en el estado.

LA PESADILLA DE LA COVID

El 30 de enero de 2020 es una fecha que José Antonio Martínez García no olvida. Ese día, cuando comenzó su trabajo como subsecretario de Salud del estado de Puebla, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que la Covid-19 era la nueva pandemia que el planeta esperaba desde hace muchos años.

Desde su posición, el nuevo funcionario tuvo uno de los primeros encargos del gobernador –quien personalmente lo invitó a su gabinete–: conseguir los ventiladores necesarios para que el estado atendiera a todos los enfermos de Coronavirus que, desde entonces, ya se esperaban.

Otra de sus responsabilidades fue la reconversión hospitalaria de 21 nosocomios en territorio poblano, algo nunca antes visto en la historia de Puebla.

El 13 de marzo, casi mes y medio después, Martínez García se enfrentó a uno de sus grandes retos como médico, la aparición del primero caso de Coronavirus en Puebla.

“Vivimos verdaderas pesadillas”, recuerda el secretario, quien, unas semanas después, el 11 de julio, asumió una responsabilidad más importante, la titularidad de la Secretaría de Salud.

“Yo tenía toda la confianza del gobernador, o sea, yo estaba respaldado por él. Cuando asumí, le comenté: vamos con todo lo que necesitemos, me dijo, doctor con todo. En ese momento te cambia el switch del miedo a una responsabilidad prácticamente compartida, porque te está diciendo el propio gobernador que todo el apoyo a Salud, y así fue”.

APOYO INSTITUCIONAL

El Gobierno de Puebla tuvo que comprar todo, desde cero, para atender a sus pacientes de Covid-19, resalta Martínez García.

A pesar de haberse afiliado en 2020 al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), los hospitales públicos del estado no recibieron todos los insumos necesarios para contener la pandemia.

“Se supone que nos acabamos de anexar al INSABI, ya con el convenio marco. Si nosotros hubiéramos seguido la línea, lo que dictaba el INSABI, no llegaban medicamentos. No teníamos este equipo de protección personal, lo pedíamos a México, no tenían. Era un verdadero desabasto y desde cero, el gobernador empezó a comprar todo”.

Las experiencias que hasta ahora han dejado la pandemia a la Secretaría de Salud son tan grandes, que el propio Martínez García propuso al mandatario estatal hacer un libro que ayude a preservar lo ocurrido.

 

LOS DÍAS MÁS DIFÍCILES

En la etapa más dura de la pandemia, con jornadas extenuante y agotamiento acumulado, el secretario de Salud cayó en una descompensación física grave y en su reflexión apareció la duda sobre dejar el cargo.

El burnout o síndrome de desgaste profesional, ocasionado por jornadas de trabajo de hasta 23 horas al día, estuvieron a punto de cobrarle factura durante la segunda “ola”, la más intensa que recuerda.

“Pasaban 20 días que no dormía o dormía una hora diaria porque te pedían apoyo a la una de la mañana, a las tres de la mañana, a las cinco de la mañana. Yo creo que fue en la segunda ola, que fue la más dura en hospitalización, que estuve a punto, pero por agotamiento físico porque llevaba ya prácticamente como 20 o 22 días durmiendo, a la mejor, media hora, una hora, con un cansancio, el burnout.

“Y estuve a punto de decir, sabes qué, este ya no, ya no. Afortunadamente, me acuerdo perfecto, porque se lo iba a comentar al gobernador, pero como a los tres días de que ya tenía esa inquietud, empezaron a disminuir (los casos)”.

La dinámica familiar de Martínez García también estaba cambiada. Ingresar a su hogar se convirtió en un protocolo sanitario, con área gris y blanca a la entrada, además de un baño construido para que se desinfectara. “Tuvimos que hacer una reconversión”, detalla.

Hoy, acepta que hace lo posible por pasar el tiempo que requiere su familia, en la que destaca a sus dos hijas.

LA VACUNACIÓN

La llegada de las vacunas anti-Covid a Puebla, el 13 de enero de 2021, cambiaron el panorama de la lucha contra la enfermedad, en el estado.

Aunque los contagios siguieron, igual que las muertes, las cifras disminuyeron de manera considerable.

Para evitar irregularidades en la distribución del biótico, como ya ocurría en otras partes del país, Miguel Barbosa Huerta le pidió al secretario de Salud máxima transparencia en la aplicación de las inyecciones.

“Aquí el gobernador fue, por favor, lo más transparente. Con decirte que yo no me vacuné hasta que ya no estaban, hasta que el último médico, bueno, no médico, el último de los compañeros del personal por la salud se vacunó ese día, va, me puse mi primera vacuna”.

Para entonces, Martínez García ya había perdido colegas y compañeros del sector Salud que enfermaron de Covid-19.

“Aprendes a nunca, nunca menospreciar o a nunca hacer de menos una enfermedad. Al principio, nos tocó la enfermedad la influenza, que fue endémica, no pandémica, y como nada más duró alrededor de cuatro o cinco meses, pensábamos que esto iba a ser algo muy similar, pero cuando empezamos a ver la gravedad de los pacientes, fue cuando dijimos, no es otra cosa jamás vivida”.

Hasta hoy, Martínez García no sabe si se infectó de Coronavirus. Aunque se realiza pruebas constantemente, no descarta haber sido asintomático.

FUTURO POLÍTICO

En distintas ocasiones, el gobernador Miguel Barbosa Huerta pareciera haber sugerido que el secretario de Salud al lanzarse podría ser candidato. Sin embargo, Martínez García aclara que todo se trata de “una broma”.

En medio de la pandemia, reitera que su objetivo es mantenerse enfocado en enfrentar la Covid.

“Sí, de forma de broma, dice (el gobernador): doctor, porque él sabe que está uno metido realmente en las situaciones de la pandemia en su momento. Cuando me dijo: no le saque, doctor, lánzate, doctor (…) Entonces por eso se reía y lo sacaba en son de broma, y siempre fue en son de broma”.

Martínez García asegura que, por ahora, debe atender al sector Salud que sufre de carencias, aunque también lanza un: “ya se verá”.

“Por el momento te vuelvo a comentar, tenemos muchas carencias que hay que, y deficiencias que, hay que nivelarlas, posteriormente, ya se verá (…) Ahorita la encomienda es una y soy sumamente institucional.

“No pienso no pienso en eso, o sea, mi mente no se concentra en decir, voy a hacer esto, no, diputado”.

Y es que Martínez García sabe que la salud está en todo, hasta en la política: “La salud o la medicina tiene que ver con política, con sociedad, con economía, con todo (…) Estamos en todos lados al ejercer esta extraordinaria profesión (…) Estamos listos para todo, de que estoy listo, esto listo (…) No estoy obsesionado”.

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