Tras el sismo de 7.4 grados que sacudió 104 municipios de Puebla y otras entidades del país, la Dirección de Protección Civil Municipal decidió que era muy buena oportunidad para subir un tuit en el que se recreaba la atención de un derrumbe en el distribuidor vial Juárez-Serdán y labores de rescate de heridos. Todo formaba parte de las acciones de simulacro por la jornada nacional de prevención del 19 de septiembre. No era una situación real, pero en medio de la vorágine por el movimiento telúrico que sí ocurrió, la información se prestó para una confusión. El tuit se volvió fake news y los responsables fueron las autoridades municipales. La situación no fue ajena al gobierno del estado. El gobernador Miguel Barbosa Huerta condenó esa ocurrencia y aunque reveló que el propio alcalde Eduardo Rivera Pérez le había confirmado que el tuit había sido borrado, llamó al Ayuntamiento de Puebla a actuar con “responsabilidad y sensibilidad”, dos conceptos que ya hemos visto que están muy lejos de la mística de la gestión panista. Existe un rosario de ejemplos para comprobar que las autoridades municipales tienen tacto de elefante.
UN SENADOR EN PROBLEMAS
José Narro Céspedes es un senador de Morena que por fobias personales ha intentado perjudicar la imagen del gobierno del estado. En diferentes ocasiones se ha aliado a los antibarbosistas que caminan como muertos vivientes por San Lázaro e intentó subir a la tribuna temas que buscaban hacer quedar mal a la gestión de Miguel Barbosa Huerta. Incluso, en una ocasión, pretendió realizar una conferencia de prensa para lanzarse con todo. Nada ha prosperado debido a que el legislador ha sido corregido duramente por sus torpezas. Lo que sí ha tomado fuerza es la presunta implicación del senador con el operador financiero del Cártel del Noreste, Gerardo Teodoro Vázquez Barrera, alias El Gerry, quien se encuentra desaparecido, lo mismo que dos elementos de la Marina que actuaban como escoltas de Narro. El periodista Héctor de Mauleón publicó una auténtica bomba periodística en la que asentó que “la última vez que se le vio, Vázquez Barrera comía con el senador Narro y con el gobernador electo de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, en el restaurante Oasis Coyoacán, al sur de la ciudad de México. El propio Narro subió a sus redes fotos en las que aparece al lado de Vázquez Barrera y Villarreal Anaya”. Más adelante, agregó en su columna en El Universal que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, envió dos cables confidenciales a la “DEA, el Departamento del Tesoro, el Departamento de Justicia y la Homeland Security, entre otras dependencias del país vecino”. El segundo cable, asienta el periodista, fue enviado el 30 de marzo pasado y allí se hace mención de una investigación de la DEA y el Departamento del Tesoro iniciada a raíz del reporte de transferencias multimillonarias de Vázquez Barrera a una cuenta de Américo Villareal radicada en las Islas Vírgenes Británicas. Vaya escándalo. José Narro tiene mucho qué explicar. Y eso que solo es el inicio.
MENTIRAS Y MÁS MENTIRAS
Qué difícil ha de ser para Nigromante Ruiz, el nuevo sicario periodístico de Moisés Ignacio Mier Velazco tener que ser desmentido todo el tiempo. Este lunes, el columnista difundió que el diputado federal había logrado varias posiciones en el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, lo cual es falso de toda falsedad (como dicen los abogados). Una nota del diario Reforma, publicada en primera plana el domingo pasado, hizo la relatoría sobre el origen político de los nuevos integrantes de la dirigencia nacional morenistas y en ninguna parte mencionan al presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara baja. Si fuera real la influencia política del poblana habría quedado de manifiesto para todos en la Ciudad de México, principalmente para los medios de comunicación. Como podrá leer, todo se reduce a una simple grillita aldeana, en donde se puede mentir a despoblado o también sería el mejor ejemplo de que Nachito Mier está dispuesto a obligar a su columnista a difundir mentiras sin chistar.