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jueves, noviembre 21, 2024

La perversa política de Lalito Rivera

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En las últimas semanas ha corrido mucha información sobre lo que ocurre en San Pedro Cholula. Los títulos son muy sugerentes: “Cabildo le quita a Paola Angón poder para firmar contratos”, “Cae secretaria general; regidores la doblan”, “Caos en San Pedro Cholula; Paola Angón no puede”.

Pero muy pocos saben lo que realmente ocurre de fondo y las causas que han llevado a generar la percepción de que el Ayuntamiento de San Pedro Cholula hace crisis.

Y, bueno, todos los caminos conducen a Eduardo Rivera Pérez, quien arrancó su embestida para hacerse del control político de la zona conurbada de Puebla, sin importar si eso significa atacar con todo y desestabilizar los gobiernos de sus pares panistas.

Antes de explicarme, cabe una aclaración: Paola Angón Silva ha sido víctima de su inexperiencia política, pero también es una autoridad que ha demostrado no doblarse ante las adversidades y pese al golpeteo permanente que tiene ha dejado a muchos con las ganas de un triunfo a costa de ella.

La panista llegó al gobierno municipal después de derrotar en las urnas al impresentable morenovallista Julio Lorenzinni Rangel, quien fue apoyado por los más oscuros antibarbosistas. La victoria provocó la certeza de que el municipio continuaría con su crecimiento sostenido.

Meses antes de tomar protesta, Paola Angón cometió el error de rodearse de morenovallistas de cepa que durante los últimos tres años habían secuestrado la gestión de Claudia Rivera Vivanco y crearon el Cártel Administrativo, en el que lo mismo había galicistas y morenovallistas. A eso se sumó la ruptura con Eduardo Alcántara Montiel, el líder del grupo político de la presidenta municipal, y la frialdad con la diputada federal Genoveva Huerta Villegas.

Luego, vino la presión del regidor de Morena Alejandro Oaxaca Carreón, un pillastre que ya fue alcalde de ese municipio y dejó un halo de corrupción y desmanes. Esto vino acompañado de las presiones del PAN cholulteca, quienes exigieron cargos y espacios. Todo terminó por descomponerse porque la pareja de la alcaldesa, José Luis Carpinteyro Lazcano, anda desatado haciendo negocios a diestra y siniestra.

En cada una de las crisis, Paola Angón aguantó la presión y tomó las decisiones que debían tomarse. A su pareja, por ejemplo, lo rescindió del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de San Pedro Cholula (Sospach). Algunos la acusaron de intransigente, otros de no escuchar y otros de ser la Dama de Hierro. A pesar de todo, sus odiadores se quedaron con las ganas de doblarla.

Fue justo en ese escenario en que entró con toda su mezquindad Eduardo Rivera Pérez. Resulta que el alcalde de Puebla inició la presión por la vía del PAN ligado al Yunque o morenovallista, para hacerse del control de la zona metropolitana.

Primero dobló al timorato Edmundo Tlatehui Percino, alcalde de San Andrés Cholula, quien al verse rebasado no tuvo otra opción que sumarse al futurismo de Rivera Pérez. El edil cholulteca, entonces, se volvió el pandillero del empleado del Yunque, extendió sus tentáculos a otros lugares y se subió al ring contra el gobernador Miguel Barbosa Huerta. (Cómo olvidar que ha sido uno de los impulsores de la idea de que se inicie una campaña contra el mandatario).

El siguiente paso de Rivera Pérez fue lograr el control de los ayuntamientos de San Pedro Cholula y Cuautlacingo. En el caso de Filiberto Sarmiento, el alcalde ha estado sometido al fuego amigo porque se negó rotundamente a sumarse al proyecto del edil capitalino.

Eso, obviamente, enfureció al munícipe y a la dirigente estatal Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, quienes comenzaron a pegarle con todo a su compañero de partido. Fili, como todos lo conocen, es un aliado incondicional de Genoveva Huerta, por lo que la lógica se reduce a: “estas con Lalo o en contra de Lalo”.

Pero el epicentro de la lucha se ha centrado en San Pedro Cholula. Paola Angón también se negó a entregar el poder a Rivera Pérez y eso le valió que personeros suyos iniciaran una trama para desestabilizar el Cabildo y presionarla para que renunciaran dos de sus más importantes funcionarios (Tesorero y secretaria general).

Un hecho que enloqueció a los riveristas fue la rescisión del morenovallista Jorge Gómez Carranco en el Sospach de ese municipio. Su llegada, de hecho, fue una muestra de buena volutad de Angón Silva para con los grupos panistas cholultecas.

Sin embargo, el funcionario fue encontrado pagando la campaña con recursos del organismo de uno de los aspirantes al Comité Directivo Municipal del PANM sampetrino, así como otras irregularidades.

Jorge Gómez es una pieza del diputado federal Mario Riestra Piña, quien a su vez es uno de los aliados más importantes de Eduardo Rivera. Ambos han recibido todo el respaldo del munícipe yunquista para arreciar el golpeteo contra Paola Angón, a quien pretenden doblar por la vía del Cabildo, ya que el hijo de Gómez Carranco es el presidente de la Comisión de Patrimonio y Hacienda Municipal, sitio desde el que han rechazado todos los estados financieros.

El objetivo, además, es aprovecharse de la inconformidad que priva entre los regidores -Oaxaca como punta de lanza y sediente de obtener canonjías- para hacerle la vida imposible a la alcaldesa. Todos los que pretenden doblegar a Paola Angón han tomado como un triunfo las renuncias que han presentado el tesorero Adalberto Sánchez Sánchez y la de la secretaria general, María de la Luz Miramón Reyes.

Aún faltan más embates que ya están en marcha, por lo que la mezquindad de Lalo Rivera se hará sentir en los próximos días.

Así que ya lo sabe: cuando escuche que todas las cosas están muy mal en San Pedro Cholula no olvide que es parte de la estrategia de Eduardo Rivera en su intento por doblegar a sus pares en la zona conurbada, todo el pinche proyecto.

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