Una denuncia por contaminación al medio ambiente, cinco empresas involucradas y la búsqueda de que sean revertidos sus permisos de impacto ambiental conforman una trama, en la que grandes empresas del sector industrial han vertido sus desechos en lugares prohibidos y carecen de los mecanismos básicos de salubridad para operar.
Sobre el escritorio de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial ya se encuentra la denuncia popular presentada por la ciudadana Johana Pérez de la Rosa, por la comisión de actividades ilegales como el manejo de residuos sin apego a la normatividad municipal sobre suelo natural sin control de lixiviados, así como cerca de un cuerpo de agua, lo que genera una severa contaminación al medio ambiente.
El principal protagonista de estos hechos es la empresa poblana Soluciones Inteligentes Mave SA de CV, cuyos propietarios son los empresarios Yolanda de la Vega Gámez y Eduardo Márquez Baltazar, quienes —según versa en la querella—, a través de información falsa obtuvieron permisos de impacto ambiental para operar la parcela 236 Z-P1/2 Ejido Máximo Serdán en la junta auxiliar de Máximo Serdán, en el municipio de Rafael Lara Grajales, Puebla.
Junto a esta firma, otras macro empresas que operan con impunidad y sin apego a la normatividad: Granjas Caroll de México S de RL de CV, empacadora San Marcos SA de CV, Industrias Bachoco SA de CV, así como Cervecería Cuauhtémoc, con operaciones que contribuyen a la contaminación en los municipios de Amozoc, Nopalucan, Tecamachalco y Rafael Lara Grajales.
SIN VIGILANCIA
De acuerdo con la denuncia, Soluciones Inteligentes Mave habría obtenido permisos de impacto ambiental bajo información falsa, toda vez que la autorización SMADSOT-SGTDUDDUIA285/2019 se emitió como parte de un informe únicamente preventivo el 31 de octubre de 2019, para actividades de reciclaje de residuos de manejo especial.
La querella sostiene que entre los supuestos para acceder a permisos de impacto ambiental se encuentran posibles emisiones, descargas, aprovechamientos de recursos naturales y otros impactos ambientales relevantes, pero la empresa se encarga del reciclaje de residuos orgánicos, por lo que no se apega a los supuestos para obtener dichos permisos.
“El sitio de ubicación del proyecto autorizado tiene colindancia con un cuerpo de agua, en tanto el sitio no se encuentra delimitado por barreras físicas en su totalidad, además los residuos son colocados sobre suelo natural, lo que necesariamente deriva en la generación de lixiviados y posible dispersión de residuos, pudiendo alcanzar el cuerpo de agua adyacente, lo cual además a todas luces constituye un impacto significativo”, sostiene el documento.
Además de que la firma no está apegada al artículo 41 de la Ley para la Protección del Medio Ambiente Natural y el Desarrollo Sustentable para el Estado de Puebla, también habría incurrido en violaciones al artículo 41, fracción I y II de la Ley para la Prevención y Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo especial para el Estado de Puebla.
Entre las anomalías, la compañía Soluciones Inteligentes Mave acumula residuos sólidos sin dejar espacios para la limpieza, son colocados al aire libre y sin bardas, además de que se generan lixiviados que incrementan durante la temporada de lluvias, mal olor y fauna nociva.
Agrega el escrito que por la descomposición de residuos orgánicos y su mal manejo se han generado malos olores que son perceptibles hasta la caseta de peaje de la planta AUDI, la cual se encuentra aproximadamente a un kilómetro de distancia.
LOS ANTECEDENTES
De acuerdo con el Sistema de Información Registral y Catastral, la compañía Soluciones Inteligentes Mave comenzó sus operaciones en 2006 como una empresa que se dedicaba a la distribución de equipos de cómputo, informática, desarrollo de softwares y asesorías para gobiernos bajo un capital social de 2 millones de pesos.
No obstante, de manera inexplicable, seis años después; es decir, en 2012, su objeto social cambió radicalmente, al dedicarse al “servicio de transporte y manejo de residuos orgánicos, esquilmos de rastros, residuos vegetales, compostaje, fertilizantes, disposición y manejo de residuos sólidos urbanos, asesoría y venta relacionada con estos servicios”.
Según los buscadores, la firma se localiza sobre la calle 21 Norte 1401-A en el barrio de San Miguelito y entre sus contratos destaca la obtención de uno con Industrial de Abastos durante la administración de Luis Banck, para el servicio de recolección de esquilmos.
MÁS EMPRESAS CONTAMINANTES
La denuncia, además de a Soluciones Inteligentes Mave, también incluyó a otras cuatro compañías: Granjas Caroll de México S de RL de CV, empacadora San Marcos SA de CV, Industrias Bachoco SA de CV y Cervecería Cuauhtémoc.
En cuanto a la firma Granjas Caroll —planta procesadora de carne de cerdo—, se señala que deposita sus residuos en las instalaciones de Soluciones Inteligentes Mave a través de un transportista, al igual que lo hace la compañía Empacadora San Marcos, sin ningún tipo de regulación o autorización.
En tanto, la unidad procesadora de aves Industrias Bachoco, así como Cervecería Cuauhtémoc, efectúan el mismo mecanismo de traslado sin la autorización necesaria.